Carmen de Patagones: la más austral de Buenos Aires

Carmen de Patagones

Dos orillas, dos ciudades que forman una comarca. A un lado la ciudad más austral de la provincia de Buenos Aires, al otro la capital de Río Negro. Juntas forman la comarca Carmen de Patagones – Viedma.


Fotos: gentileza Dirección de Turismo de la Municipalidad de Patagones (@turismopatagones)

 

Lo primero que llama la atención es la presencia del Río Negro o río de los Sauces o Currú Leuvú, como lo llamaban sus primeros pobladores. Es el curso fluvial más caudaloso de la Patagonia y uno de los 5 más caudalosos del país. Su curso es divagante, la vegetación que lo rodea es frondosa y sus aguas son limpias y trasparentes. En sus orillas, se despliegan las dos ciudades que forman la comarca Viedma- Patagones que hace no demasiado tiempo estuvo a punto de convertirse en la capital de nuestro país.

Un proyecto capital

El Dr. Guillermo Fernández, presidente de la Entidad Primaria de Carmen de Patagones, llegó a la ciudad hace seis años y si bien no vivía en ella cuando Alfonsín propuso convertirla en distrito federal, opina que, de realizarse, hubiera tenido sus pros y sus contras:

“La gente de acá dice que sí porque la ciudad hubiese crecido muchísimo. Carmen de Patagones tiene aproximadamente 30.000 habitantes y Viedma 80.000. El proyecto hubiera logrado que la comarca, las dos ciudades crecieran muchísimo. Hubiese sido un distrito federal, la idea era que las embajadas se ubicaran a lo largo de la Ruta Provincial número uno que va hacia el mar, y hubiesen estado todas mirando al río, podría haber sido muy lindo.

Iban a quedar 5 puentes, -ahora hay dos- y hubiese sido todo un distrito federal y las dos ciudades iban a ser una, eso hubiese sido lo lindo. Pero esto mismo es lo que a mí no me hubiese gustado, de hecho, probablemente yo no estaría acá, porque yo me vine de La Plata buscando tranquilidad para criar a mis hijos y no tanto alboroto de gente”.

Una ciudad heroica

La fundación de la ciudad formó parte de un conjunto de reformas políticas, económicas, sociales y administrativas realizadas por los Reyes Borbones en la península Ibérica y en sus colonias americanas.

Una compleja situación coyuntural llevó a los españoles a idear un ambicioso proyecto que garantizase su soberanía en estas regiones amenazadas.

El 22 de abril de 1779 Francisco de Viedma y Narváez eligió la margen sur del río Negro para construir un fuerte y establecer a sus colonos. Su primera denominación fue Establecimiento del Río Negro, aunque también se lo llamó «Fuerte del Carmen y Fuerte del Río Negro». Poco conocedor de la zona, el 13 de julio una de las habituales inundaciones destruyó las escasas construcciones, lo que ocasionó el traslado a la otra margen. El 2 de octubre llegó la primera de 11 embarcaciones que traían a los colonos, pero las viviendas prometidas en España no estaban, por eso crearon sus cuevas/hogar en las barrancas.

Luego de varios avatares, la década de 1820 se presentó más promisoria con la apertura de mercados extra-regionales ligada a la economía de los saladeros y la expansión de la ganadería y el comercio. Por estos años, la guerra con Brasil le dio a Patagones su momento más heroico.

La población fue base de operaciones de los corsarios pues la boca del estuario del Río de la Plata se encontraba bloqueada por la flota brasileña. En 1827 las tropas brasileñas intentaron tomar Carmen de Patagones pero la población y las autoridades reaccionaron a tiempo. La Batalla de Carmen de Patagones, fue un triunfo frente a los brasileños y hoy en la Iglesia Nuestra Señora del Carmen se conservan dos de las 7 banderas imperiales brasileñas que se tomaron aquel 7 de marzo.

 Las dos orillas

A ambas márgenes del río más importante de la Patagonia laten dos ciudades. Separadas y unidas por las aguas que, a pesar del nombre del río, son azuladas. Las dos forman una Comarca, es decir: “una división de territorio que comprende varias poblaciones. ​ Sus dimensiones son variables, pero tienden a coincidir con una región natural que comparte no sólo características físicas, sino humanas e históricas, todas ellas determinantes de su paisaje geográfico.”

A pesar de que se trata de dos ciudades diferentes, más aún de dos provincias y dos regiones diferentes, la relación entre Viedma y Patagones es fluida. “Entre las dos ciudades hay mucha relación -nos cuenta el Dr. Fernández- tenemos dos puentes, la gente va y viene entre ambas ciudades. Yo trabajo en los dos lados, la mayoría en Buenos Aires. En Río Negro trabajo como médico laboral; los honorarios médicos de Río Negro son mucho mejores”.

El río imponente y extenso, es escenario y punto de reunión de los habitantes de las dos ciudades, es decir de la Comarca. “Las dos ciudades tienen costanera, se está desarrollando mucho la parte turística en los últimos tiempos- relata el Dr. Fernández. Es muy lindo porque está el río en toda la ciudad un día lindo y tenés dos horas y bajás con el termo a la costanera y te sentás a tomar unos mates, mirás cómo baja el sol, la gente sale a caminar, andan en bicicleta. La costanera debe tener más o menos 10 km para estas actividades”.

Las aguas del Río Negro también son el lugar ideal para la práctica de deportes náuticos, los paseos en pintorescas embarcaciones y sus costas para tomar sol y refrescarse en sus balnearios municipales los días más cálidos.

La regata más larga del mundo

Todos los años estas aguas que dividen y a la vez unen ambas ciudades se vuelven aún más importantes. Allí se corre la Regata del Río Negro, la más larga del mundo en su categoría. Más de 100 kayaks recorren 300 km desde Cipoletti hasta Viedma, en tres etapas; es una fiesta inigualable.

Aunque la regata es más rionegrina que bonaerense, para los oriundos de Carmen de Patagones “es muy importante y tenemos nuestro crédito local, Néstor “Piri” Pinta, campeón mundial de canotaje”- afirma el Dr. Fernández.

Caminar, disfrutar, descansar y contemplar

Carmen de Patagones no solo le ofrece opciones al visitante, quienes viven allí también disfrutan la belleza natural y todas las alternativas de una ciudad con un enorme encanto.

“Una de las mejores cosas de vivir en Carmen de Patagones es la tranquilidad de una ciudad de 30.000 habitantes, -nos relata Fernández- los chicos pueden jugar afuera, en la calle sin problemas”.

El casco histórico fue reconocido como “Centro Histórico Provincial y Polo de Desarrollo Turístico de la Provincia de Buenos Aires”; y declarado como “Poblado Histórico Nacional” en 2003 por el Poder Ejecutivo Nacional. En sus 24 manzanas de trazado irregular se sitúan las construcciones más antiguas y representativas de la historia de nuestro país.

Allí se pueden ver entre otros atractivos: la Torre del Antiguo Fuerte, el Pasaje San José de Mayo, los Ranchos Coloniales, las Cuevas Maragatas, la clásica esquina Bar del Puerto, la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, donde se atesora la bandera verde y amarilla del triunfo ante la flota brasilera. En frecuencia con este triunfo, se puede subir hasta el Cerro de la Caballada y contemplar desde las alturas lo que Patagones es y fue.

El casco histórico está muy bien conservado, con farolitos coloniales en todas las cuadras y cartelería indicativa en cada edificio. Todas las construcciones salpican la irregularidad del terreno y las escarpadas barrancas paralelas al río, componiendo un paisaje maravilloso.

Sobre el río, otro lugar para la selfie es el Muelle Nacional que fuera protagonista de la vida económica de la ciudad en otros tiempos.

Para disfrutar al aire libre, el Parque Luis Piedra Buena recibe a todos con muchas posibilidades recreativas y deportivas en medio de un Sitio Histórico Nacional.

No todo es paisaje e historia, la ciudad también espera a sus visitantes con una amplia oferta gastronómica con bares y restaurantes mirando al río o funcionando en viejas casonas históricas para vivir la magia de Patagones.

“Si bien no hay un plato típico de la zona, hay muy buenos restaurantes y se pueden comer mariscos muy frescos a muy buenos precios”- asegura el Dr. Fernández.

Un poco más allá

Los alrededores de la comarca también están llenos de atractivos; cerca, muy cerca de Patagones está el mar, tal como nos cuenta el Dr. Fernández “el mar está a 30 km; del lado de Río Negro se encuentra el balneario El Cóndor, con la reserva de loros más grande del país, también Bahía San Blas y varias playas muy bonitas como Bahía Creek, por ejemplo”.

Allí, donde termina la enorme provincia de Buenos Aires, Carmen de Patagones espera para darle la bienvenida a los visitantes que quieran disfrutar paisajes, historias, comidas y una gran tranquilidad.