Guisos anti frío, el mundo en una olla

Un guiso de carne, uno de pollo y unas lentejas vegetarianas para hacerle pito catalán al frío.


Los guisos son los grandes aliados para disfrutar el frío. Con ingredientes simples y naturales, podemos hacer platos para entrar en calor.

Goulash, de Budapest con amor

El goulash es el guiso húngaro por excelencia. Normalmente se come con esos pequeños ñoquicitos llamados spatzle, pero tranquilamente se puede argentinizar y acompañarlo con arroz o por qué no, con un buen puré.

Lo que vas a necesitar (para 4 o 5 personas)

1 kg de carne

No hace falta que sea un corte demasiado bueno porque lleva una cocción larga. Puede ser paleta, cuadril o bola de lomo, por ejemplo.

1kg de cebolla

1 extracto de tomate doble (unos 50g)

Harina o fécula de maíz para recubrir la carne

Caldo de carne

Aceite de oliva

Medio vaso de vino tinto

Agua

1 cucharada de pimentón dulce

1 cucharadita de páprika picante

½ cucharadita de comino

Sal y pimienta

Si decidís hacer los Spatzle

400 g de harina 400 g

2 huevos

150 de leche

Sal y pimienta

Un buen goulasch comienza con mucha cebolla, como en las empanadas, la misma cantidad de cebolla de que carne.

Así que manos a la obra y a picar.

Lo mejor es tener un cuchillo que corte bien porque la carne hay que cortarla en cubitos de aproximadamente un centímetro de lado. Para que sea más fácil, es ideal pedirle al carnicero que corte la carne en bifes de un centímetro de grosor y después sólo será necesario cortar tiras y luego los cubitos. Eso sí, hay que tratar de sacarle toda la grasa.

Una vez que esas cosas están listas, hay que salpimentar la carne y recubrir los pedacitos con harina o almidón de maíz para que el guiso quede con más textura.

Eso va a la olla con oliva o aceite común. Una vez que los trocitos están sellados, hay que sacarlos de la olla y poner en ese fondo la cebolla (si hace falta, agregar aceite). Cuando la cebolla empieza a ablandarse, se suman las especias. Cuando la cebolla está rehogada e integrada con las especias, la carne vuelve a la olla y se agrega el extracto de tomate y después el caldo de carne. Y unas hojas de laurel

Se va agregando agua a medida que la pide.

Se cocina todo lo que se pueda (unas dos horas, mínimo), a fuego bajo, revolviendo cada tanto para que no se pegue.

Lo bueno de este plato es que se puede congelar perfectamente, lo ideal es hacerlo en porciones para que sea más fácil reutilizarlo.

 

Para los spatzle solo es cuestión de mezclar los ingredientes, tiene que quedar una especie de engrudo denso que se pueda volcar dentro del aparato para hacer spazle. La masa tiene que descansar al menos media hora en la heladera.

Luego se va vertiendo sobre el agua hirviendo con el aparatito y con cuidado de no quemarse.

Y listo ¡Jó étvágyat! Que quiere decir buen apetito en húngaro.

 

Guiso anti frío y anti crisis con restos de pollo

guisos anti frío

Este guiso está inspirado en una sopa marroquí que se llama harira. Es una versión libre con ingredientes que suele haber en una casa.

Es ideal para hacer cuando sobra pollo, no importa cómo haya sido cocinado en su primera versión. Puede ser a la parrilla, al horno o hervido y funciona muy bien.

Entonces a la lista de ingredientes la encabeza el pollo.

Y sigue con una variedad de verduras más o menos libre, de acuerdo a lo que haya. Pueden ser:

Cebolla, ajo y apio

Berenjena

Zanahoria

Zapallo

Papa

Choclo

Arvejas

Tomate

Tomate seco

Además, unas lentejas cocidas (pueden ser de lata)

Y puede tener arroz (poco), algún fideito de sopa, zapallito, espinaca…

La verdadera clave de todo está en las especias.

En una olla se pone la cebolla, el ajo y el apio cortados bien chiquitos a rehogar en aceite. Ahí se suman varias hierbas y especias (todas secas): estragón, orégano, tomillo, adobo para pizza, un toque de ají molido, una nadita de menta. Se deja un ratito ahí, llenando de aromas la cocina.

Las especias se rehogan para que larguen más aroma. Hay que tener cuidado de no quemarlas.

Luego se cortan las verduras, bastante chiquitas, aproximadamente medio centímetro de lado y se van sumando en orden de tiempo de cocción decreciente: la zanahoria, el zapallo, la papa, la berenjena.

Se rehogan un rato y se suma sal para que larguen un poco de agua, luego se le agrega el tomate seco cortado bien chiquito (se puede cortar con tijera) y tomate fresco también cortadito.

Después va el pollo y las lentejas que ya están cocidas. Se le puede agregar un poco de arroz, pero no mucho, la idea es ir encontrando algunos granitos, pero no que sea el protagonista. Finalmente se agrega choclo en grano y arvejas las congeladas son las mejores.

Antes de servir, un poquito de de perejil, un puñado de espinaca cruda cortada y si un poco de la parte verde de una cebollita de verdeo, todo opcional pero deseable.

Si sobra, pero no es suficiente, un arroz blanco lo estira para otra comida.

Lentejas veggie

Más livianas y económicas, pero igual de nutritivas y sabrosas, las lentejas vegetarianas son una gran opción.

Lo necesario para este plato:

Lentejas cocidas

Cebolla

Ajo

Tomate natural y en lata

Puré de calabaza (opcional)

Verduras en cubitos sugeridas

Berenjena

Papa

Zanahoria

Calabaza

Zapallito

Especias sugeridas

Orégano

Tomillo

Chimichurri seco

Ají molido o merken

Pimentón

Para empezar, hay que hacer una base de sabor con la cebolla, el ajo y las especias. Agregar el tomate natural pelado y picado y las verduras cortadas en cubitos.

Luego sumar tomate de lata (puede ser puré), el puré de zapallo y por último las lentejas prehervidas en agua con sal, laurel y juliana de verdura (opcional). También pueden ser de lata, pero se deshacen más. Agregar sal y pimienta.

Cocinar para que las verduras estén cocidas y los sabores amalgamados. Probar y corregir sazón.

Queda muy bien con una salsita fresca de oliva, verdeo, tomate picado y ají molido por encima.

 

Bon appétit!