Camisetas, cintas rojas, caramelos en el círculo central y hasta lectura de libros: todo sea por ganar el Mundial Qatar 2022. Las cábalas son una manera de poner nuestro granito de arena desde afuera de la cancha.
Cada vez falta menos para que llegue el día en que la albiceleste salga a la cancha en el Mundial Qatar 2022 y empiece la magia. O más bien, las magias. Porque las copas del mundo generan más de una. Por un lado, aquella propia de un deporte que convoca a millones de personas en todo el mundo, que mueve pasiones y despierta corazones, por otro, la magia del juego, del talento y la belleza de una jugada colectiva, de una picardía, de una pelota besando la red.
Pero hay otra magia una más irracional y, tal vez por eso tan bella y fantástica: la de creer que lo que hagamos a más de 13.000 kilómetros de distancia de la cancha donde se disputa un partido, podrá afectar el destino, y torcer un resultado, es la magia de las cábalas. Su poder no es solo el de crear esperanza, también es el de crear la ilusión de ser parte del equipo, de hacer nuestro esfuerzo.
En algo hay que creer
La cábala no se puede pensar, no resiste el menor análisis, es un acto de fe. No hay manera de justificar racionalmente la convicción con la que afirmamos que usar la misma camiseta para mirar todos los partidos o sentarnos en las mismas posiciones, pueda afectar el resultado de un partido, y sin embargo…
La repetición como clave de todo
La cábala no es otra cosa que la repetición de una acción o serie de acciones, el valor de un ritual. Así para muchos, cada partido se convierte en una especie de obra de teatro que gira alrededor de la pantalla.
En las casas de Eduardo S. y Fernando F., la obra se transforma en un unipersonal, a pesar de que los partidos de los mundiales son un evento que suele reunir a familiares y amigos, tío y sobrino ven los partidos solos, en un cuarto al que nadie puede entrar.
Eduardo tiene hijos pequeños, y los días que juega la selección todos se tienen que ir de la casa; en el caso de Fernando, la familia se queda, pero él se encierra solo en un cuarto. “Los gritos se escuchan desde afuera”, nos cuenta María, su mujer.
Mientras tanto Juana, una de sus hijas, usa la misma camiseta para alentar en todos los encuentros y ve los partidos en otra habitación. “El problema es que su transmisión tiene delay y se entera de los goles a favor o en contra, unos segundos más tarde”, relata su madre cuya cábala es ponerse auriculares y escuchar la radio.
Podremos atribuir cada avance en el Mundial Qatar 2022 a la entrega y el esfuerzo de toda esta familia tan comprometida.
La cábala más intelectual
La ropa sin lavar, el lugar en el sillón, la misma comida en el partido, no levantarse hasta el entretiempo son algunas de las cábalas más conocidas. Pero las que repite Malena en cada copa del mundo, y repetirá en el Mundial Qatar 2022, podrían hacernos ganar, si no la Copa del mundo, el premio a la cábala más original.
“Tengo dos -nos cuenta- salgo a correr los 15 minutos del entretiempo de todos los partidos de Argentina, ATR. Miro los partidos ya vestida para salir. En el de Japón fue re difícil por el horario, pero en algunos lo hice.”
La otra requiere planeamiento, anticipación y dedicación y Malena entrega todo eso y más con la misma pasión que seguramente pondrán nuestros jugadores en el Mundial Qatar 2022.
“Con un grupo de amigos, desde hace tres mundiales leemos un libro de un autor de la nacionalidad de cada país con el que nos enfrentamos. Los tres primeros son fáciles, pero después hay que leer a full, porque no se sabe con anticipación de qué países serán y no siempre se encuentran rápido”, relata Male. “Entre los cabuleros hay dos escritores, en el mundial de Brasil yo hice re bien la tarea, leí todo, todo perfecto. Para la final con Alemania, estaba leyendo “La teoría de color” de Goethe, pero cuando uno de los escritores se enteró me reprochó muy enojado: ‘Dijimos ficción, era claro’”.
Así que ya lo sabemos, es muy posible que hayamos perdido esa final por culpa de Goethe.
Famosas cábalas
Aunque afirmaba que “No son cábalas, sino costumbres”, uno de los cabuleros estrella de nuestra historia del fútbol es nada menos que el DT campeón, Carlos Salvador Bilardo.
Tenía tantos de estos rituales que nunca podremos saber si lo que nos llevó a levantar la copa en el 86 fue que tomaran mate siempre a la misma hora; que Giusti enterrara un caramelo en el mediocampo antes de cada partido; que viajaran en el mismo micro escoltados por los mismos policías, escuchando la misma música; que nunca comieran pollo antes de un partido; que el Tata Brown recibiera una llamada ficticia en el vestuario; que Maradona fuera el primero en salir a la cancha y Burruchaga el último o, por qué no, que el equipo era sólido y jugaba bien.
Los mates y las fotos llegan al mundial Qatar 2022
La gran pregunta es cuándo y cómo nacen las cábalas. Muchas veces se trata de eventos que comienzan a reiterarse para que se repita otra cosa. El silogismo es simple: cuando hice esto, pasó aquello; luego, si repito esto, se repetirá aquello.
Tal vez eso pasó con la foto de tres jugadores de la Scaloneta.
Se trata de la que se sacan Rodrigo De Paul, Papu Gómez y Nicolás Otamendi antes de entrar a las concentraciones. La particularidad es que los tres usan ropa bastante llamativa.
Incluso los jugadores lo confirmaron y confesaron que buscan y eligen las prendas para cada encuentro. Esperemos ansiosos el posteo de los jugadores al llegar a Qatar para darle más fuerza a la esperanza.
Otras costumbres, como les decía el Doctor, son las que develó Rodrigo De Paul, “Hay algunos chicos que ceban el mate los días de entrenamiento, y otro el día del partido”.
Ahora solo queda esperar, elegir nuestras cábalas y respetarlas al menos por las dudas.