Tragos sin alcohol: beber no siempre es perjudicial para la salud

 

tragos sin alcohol
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Disfrutar de un rico y vistoso trago no siempre implica tomar alcohol. Estas opciones de tragos sin alcohol son ideales para quienes no pueden o no quieren consumirlo.


Cada vez existen más razones para evitar el alcohol: la tolerancia cada vez más baja para los conductores, la salud, el embarazo, los tratamientos médicos y otros factores nos invitan a buscar alternativas para compartir un momento con amigos o familiares sin necesidad de beber con moderación.

Afortunadamente existen tragos y bebidas muy ricos y refrescantes que pueden prepararse sin contenido de alcohol.

Los cócteles vírgenes o móctel​ (del inglés, mocktail que surge de la unión de mock: parodia, imitación y cocktail), no incluyen ninguna bebida alcohólica, sea porque nacieron así o porque son versiones en las que se omite o sustituye el alcohol con otra bebida no-etílica.

Los cócteles y tragos vírgenes suelen buscar una combinación de sabores muy atractiva para reemplazar el alcohol.​

Algunos son versiones de tragos conocidos, otros nacieron para disfrutar una rica bebida sin contenido alcohólico como el San Francisco, el Arnold Palmer, el Roy Rogers, o el Shirley Temple. También son populares las versiones sin alcohol del Bloody Mary, llamado Virgin Mary; de la Piña colada, llamado Nada Colada; o del Sex on the Beach, llamado Cuddles on the Beach.

Historias y recetas para tomar sin preocuparse
Té verde helado al estilo marroquí
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En Marruecos el té es parte de la cultura. Tiene un estilo particular, por eso lo llaman “el whisky bereber”.  El té se toma como signo de amistad y se ofrece como cortesía antes de hacer un negocio o en reuniones sociales. Rechazarlo se considera una falta de respeto y educación.

Los bereberes, habitantes del desierto, hervían el agua para hacerla más segura, y, para darle un mejor sabor, comenzaron a agregarle hierbas como la menta o hierbabuena.

En el siglo XIX, el té llegó a Marruecos de la mano de los británicos, que buscaban nuevos mercados para este producto proveniente de las colonias inglesas en la India.

La cultura árabe lo adaptó rápidamente incluyéndolo en sus infusiones típicas dándole su propio toque.

Una expresión define al té moruno: “Amargo como la vida, fuerte como el amor, dulce como la muerte”.

Se puede preparar una versión fría y sin ese toque amargo con esta receta:

Ingredientes: té verde, azúcar mascabo, unas ramas de menta.

La preparación es muy simple: solo hay que calentar agua hasta que hierva y apagar el fuego. En una tetera poner una cucharada de azúcar mascabo y una de té verde por cada trago a preparar, agregar un poco de agua en la tetera y dejar reposar un minuto. Luego, tirar el agua para que el té no tenga notas amargas. Finalmente añadir el resto del agua previamente hervida -que estará aproximadamente a 85º- y dejar que infusione.

Para terminar se le suma un manojo de menta fresca, se pasa por un colador y se deja reposar 4 minutos. Luego se enfría en una jarra y se sirve con hielo y menta fresca.

El vaso más indicado para este trago es uno de boca ancha.

Shirley Temple
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Es, tal vez, el trago sin alcohol más conocido. Su nombre es, por supuesto, en homenaje a la famosa actriz infantil Shirley Temple.

Según cuenta la historia, la niña estaba cenando con sus padres y otra gente de Hollywood en un restaurante muy elegante. Todos disfrutaban sus coloridos cócteles y el barman le preparó uno sin alcohol para que ella también pudiera tener una bebida glamorosa.

Lleva:  1/4 vaso de gaseosa de lima limón (con azúcar o light), 1 y 1/2 cucharadas de granadina son alcohol, hielo y cerezas en almíbar para decorar

La preparación es fácil:  mezclar la gaseosa con la granadina, servirla sobre el hielo y decorar con las cerezas.

La versión original tiene Ginger Ale, pero puede reemplazarse por bebida de lima limón.

El vaso ideal para servirlo es el de trago largo.

Michelada sin alcohol
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Se trata de un trago que, en su versión tradicional, se prepara con cerveza, pero que bien puede hacerse con cerveza sin alcohol para una versión abstemia.

La versión más popular de su historia cuenta que se originó en un club deportivo de la ciudad de San Luis de Potosí, donde un jugador de tenis llamado Michel Esper acostumbraba a pedirse una cerveza con limón, sal y un popote (sorbete), en una copa llamada chabela. Los socios comenzaron a pedir una limonada “como la de Michel” que pronto pasó a llamarse Michelada. La preparación fue variando.

Sus ingredientes son: 1 lata de cerveza sin alcohol muy fría, el jugo de una lima, un toque de salsa Tabasco y uno de salsa Worcestershire, jugo de tomate (opcional), sal, hielo.

Su elaboración no es complicada: aunque los ingredientes varían enormemente entre países, la versión más común es poner un tercio de cerveza en un vaso con hielo, agregar el jugo de una lima, sal, y diferentes salsas a gusto.

Lo más habitual es usar unas gotas de Tabasco y salsa Worcestershire. Hay quien le suma un poco de jugo de tomate.

También existe una versión simplificada a la que llaman Chelada que solo lleva cerveza (en este caso sin alcohol) jugo de limón o lima, sal y hielo.

Sangrita

Su nombre proviene del color rojo intenso que le da el jugo de tomate. En algunos lugares se la llama trago de vampiros.

Es una bebida tradicional mexicana dulce, picante y sabrosa a base de jugo de tomate, de cítricos y especias. No contiene alcohol, y tradicionalmente se toma junto con el tequila, sin embargo, se puede consumir sola y es deliciosa.

Su origen se remonta a los años 20 cuando se mezclaban jugos y especias para bajar la crudeza de los tequilas caseros.

Aunque hay muchas versiones sobre su origen, se cree que fue creada en un famoso restaurante de Don Mundo y doña Guadalupe Sánchez, en la región de Chapala, México.

La sangrita se popularizó recién en los años 70.

Conviven diferentes versiones de la receta con variaciones características de cada lugar.

La receta más clásica lleva: jugo de tomate, jugo de limón y/o naranja y especias.

Los ingredientes son: 240 ml de jugo de tomate, 120 ml de jugo de naranja recién exprimido, 22 ml de jugo de limón recién exprimido, 1 cucharada de salsa Worcestershir, 1/2 cucharada de salsa Tabasco, 1 cucharada de cebolla finamente picada y sal a gusto.

Para prepararlo: lo ideal es poner todo en la licuadora para mezclar muy bien los ingredientes. Se sirve bien fría, en un vaso tipo shot o de chupito, aunque puede servirse en un vaso más grande con hielo y una rodaja de limón cortada.

Así como en cada región de México existen variaciones de este trago, se puede probar una versión propia agregando especias y otros elementos como polvo de chile, pimienta, salsa de soja, verduras cortadas, etc.

Virgen María, la versión sin alcohol del Bloody Mary
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Se atribuye el nombre de este cóctel a la persecución sangrienta de la reina inglesa Mary hacia los protestantes. Sin embargo, otra versión afirma que el creador, Fernand Petiot, tenía como cliente en su bar a la actriz del cine mudo Mary Pickford y que a ella debe su nombre. La tercera historia es la más probable y cuenta que, al parecer, el cantante Roy Barton, también cliente de Petiot, había conocido a una atractiva rubia, en un club nocturno de Chicago, conocida como Bloody Mary, y habría afirmado que la bebida le recordaba a ella.

Por otra parte, el clásico tallo de apio que acompaña a cóctel de jugo de tomate habría entrado a escena en 1960, moda iniciada por el barman del Hotel Ambassador en Chicago.

Cualquiera que sea la historia de esta bebida típica en los brunch, las recetas del difieren de copa en copa.

Una receta clásica lleva: hielo, 4 partes de jugo de tomate, ⅔ parte de salsa inglesa, ⅔ parte de jugo de limón, 3 chorritos de salsa picante, 1 cucharita de rábano picante, 1 pellizco pimienta negra molida, 1 varita de apio y 1 cuña limón

Cómo prepararlo: llenar un vaso de trago largo con hielo, sumar todos los ingredientes y mezclar. Decorar con el apio y el limón.

Con estos sabores y colores, es posible disfrutar sin necesidad de tomar alcohol. ¡Chin chin!