La fotografía digital tiene unas tres décadas, pero sin duda creció desde la incorporación de las cámaras en los teléfonos. Te presentamos tres servicios para guardar fotos en la nube y gestionar ese inmenso volumen de imágenes.
Atardece, el cielo está de un color increíble y eso, claro, merece una foto. Cocinamos algo que nos sale bien, y ya estamos sacando otra. El recién nacido abrió un ojo: ¡foto!; al gato, la luz que entra por la ventana lo ilumina de una manera particular y ya tenemos otra toma.
Y por cada foto, por las dudas sacamos dos, tres, cinco, para asegurarnos de que una nos va a gustar.
Fotografiar es elegir un momento y capturarlo para siempre. Sacamos fotos para recordar, pero también para contar historias, para dar testimonio de nuestra vida. Y hoy, más que nunca, para compartirlas con el mundo de maneras más o menos públicas.
Fotos en ceros y unos
En la vieja fotografía analógica, cada captura se pensaba dos veces: ¿vale la pena gastar una de las 36 tomas que trae el rollo? ¿Saldrá bien la foto una vez revelada? Nunca se sabía a ciencia cierta si todas las escenas que habíamos elegido inmortalizar en el celuloide, aparecerían en el papel, si la calidad sería aceptable o solo solo veríamos una marcha oscura o demasiado iluminada. Ni hablar de las esperas. En ese contexto, era extraño tomar fotos cotidianamente y las tomas se reducían a los eventos como viajes, cumpleaños, casamientos y otros acontecimientos importantes.
La tecnología ha hecho que todo se vuelva fotografiable y que todos seamos fotógrafos. Ahora todo merece un clic, no hay que esperar el revelado, no hay que pensar en que se acaba el rollo.
Entre muchos otros e interesantes datos, un informe de Passport Photo aseguraba que en 2022, se sacarían aproximadamente 1,55 trillones de fotos con smartphones, un 8,3% más que en 2021.
Fotos, fotos y más fotos
La gran pregunta que es qué sucederá con toda esa cantidad de imágenes. Es importante que estos fotógrafos, más o menos aficionados, de todo el mundo organicen, gestionen y protejan sus fotos.
Basta con mirar nuestras galerías para descubrir que muchas de las imágenes que tenemos son innecesarias: repetidas o puramente funcionales (como cuando fotografiamos el lugar en el que estacionamos el auto para no olvidarlo, o más bien para no tener que memorizarlo).
El problema es que todas ellas están ocupando un espacio y que ese espacio es finito. Por supuesto, nadie quiere deshacerse de sus preciadas fotos, no importa qué tan buenas o malas sean.
Y no muchos tienen la paciencia necesaria para editarlas, descartando cierto tipo de materiales como esas imágenes en las que varios de los protagonistas salieron con los ojos cerrados. Ni hablar de los videos: algunos fallidos, otros demasiado largos y, por supuesto, los accidentales.
Una cuestión de espacio
Todos lo hemos vivido, estos dispositivos más tarde o más temprano se quedan sin almacenamiento. Por otra parte, dentro de ellos, nuestras imágenes corren diferentes tipos de riesgo: pueden romperse o podemos perderlos, o cambiarlos por otro equipo con la consecuente pérdida de todas las fotos que haya en ellos. Es por eso que siempre conviene tener un buen backup.
Una alternativa es almacenar las fotos en un disco rígido u otro soporte material; la otra es acudir a uno de los servicios virtuales disponibles en la nube que nos permiten gestionar, almacenar, proteger y compartir fotos. Hay quienes, de hecho, utilizan ambos métodos para tener un doble reaseguro.
Una nube, muchos soles
La nube es el término que se utiliza para describir una red mundial de servidores, cada uno con una función única. No es una entidad física, sino una red enorme de servidores remotos de todo el mundo que están conectados para funcionar como un único ecosistema. Estos servidores están diseñados para almacenar y administrar datos, ejecutar aplicaciones o entregar contenido o servicios, como streaming de videos, correo web, diferentes tipos de software o medios sociales. En lugar de acceder a archivos y datos desde un equipo personal o local, se accede a ellos en línea desde cualquier dispositivo conectado a Internet, es decir, la información está disponible en cualquier momento y en cualquier lugar.
En esta inmensa nube, varias empresas ofrecen el servicio de almacenamiento de fotos. Todos cuentan diferentes herramientas para gestionar las imágenes guardadas y poder encontrarlas en la propia biblioteca. Permiten almacenar una buena cantidad de información de manera gratuita, pero también ofrecen planes pagos para quienes necesitan ampliar esa capacidad.
Google Photos, el servicio más sorprendente
No en vano la compañía se ha ganado el nombre de “el gigante de internet”. Sus productos son los más elegidos y, al menos en este caso, lo mejor en su tipo. Alcanza con tener una cuenta de Google para tener acceso a este servicio que permite almacenar, organizar y compartir fotos y videos de manera simple y eficiente. Si bien ofrece 15 GB que se reparten entre Gmail, Drive y Fotos gratuitos y planes para ampliarlo, si se suben las fotos en la definición sugerida, el espacio es ilimitado para imágenes. Se puede configurar para que las fotos suban automáticamente desde el celular cuando éste encuentra una red wifi.
Además, Google Photos tiene funciones que van desde algo tan sencillo como crear álbumes hasta las funciones que parecen de ciencia ficción: tiene la capacidad de reconocer caras, mascotas, cosas y lugares. Basta con enseñarle el nombre de una persona o una mascota en nuestra biblioteca de fotos para que sea capaz de encontrar todas las imágenes en las que esa persona o animalito aparezca, y, más aún, la reconoce más allá del paso del tiempo. También permite crear collages y películas automáticas.
Y cuenta con una función maravillosa: convertir una foto en un texto editable.
iCloud Photo Library, para usuarios Apple
Para los fanáticos de la manzanita, el servicio de almacenamiento en la nube de Apple es una buena opción. Hace una copia de seguridad de cada foto que se toma y ofrece 5GB gratuitos de almacenamiento, extensibles con costo.
Las principales funciones de esta biblioteca son la organización y la posibilidad de compartir. Se pueden organizar las imágenes por fecha, hora y lugar, por ubicaciones, por álbumes, por tipo.
Microsoft Onedrive, una buena alternativa
La empresa de las ventanas te ofrece 5 GB de almacenamiento, pero una capacidad de 1 TB para los abonados de Office 365. Además, los planes de 100 GB y 200 GB desaparecerán y serán sustituidos por un plan de pago de 50 GB por 1,99 dólares al mes.
En Onedrive se puede almacenar cualquier tipo de archivo, incluyendo fotos, vídeos y documentos, y el servicio los organiza por tipo. El gestor de fotos es fácil de usar y permite búsquedas de fotos por etiquetas, pero no tiene reconocimiento de caras con el de Google. Se puede usar desde la web, mediante la aplicación de escritorio para PC y Mac y las aplicaciones móviles para Android, iOS, Windows Phone y Xbox.
Si bien en la web existen muchas más alternativas de almacenamiento, estas son las tres más recomendables para guardar y tener a mano las imágenes que día a día elegimos conservar en esta suerte de memoria virtual.