Inteligencia artificial para la vida cotidiana

Fascinante y en auge, la inteligencia artificial está mucho más cerca de lo que creemos. No se trata de una tecnología para elegidos, sino de un sistema que permite crear herramientas útiles en el día a día. Algunas de ellas sirven para realizar un dibujo a partir de una descripción o redactar el CV. La más novedosa y polémica es un chat que responde cualquier pregunta.


Por Mariano Vazquez

El último fenómeno viral que ocupó la atención de las redes sociales fue una serie de imágenes del papa Francisco vistiendo una campera puffer de color blanco. El atuendo, más habitual para un rapero que para el sumo pontífice, desató una ola de memes en las plataformas sociales. Pero la ilusión duró poco, rápidamente se supo que la imagen había sido creada con el programa de Inteligencia Artificial (IA) midjourney.

Lejos del terror que provocaba Skynet en la saga Terminator o del dominio mundial que desplegaba Matrix en la serie de películas homónimas, hoy en día la IA está teñida de un cariz más ameno, útil y confortable. En este marco, la Inteligencia Artificial está presente en la cotidianidad de las personas de las formas más diversas: asistentes virtuales como Siri, Alexa y Google Assistant; sistemas de recomendación en plataformas como Netflix; chatbots para interactuar con clientes y usuarios y sistemas de reconocimiento de voz e imágenes en aplicaciones de telefonía móvil, entre otras.

Muchas inteligencias

Hay que destacar que las inteligencias artificiales no son todas iguales ni fueron creadas para las mismas funciones. Sin ánimos de presentar una clasificación exhaustiva, a continuación, se describen tres grandes tipos de sistemas.

La IA general es aquella que puede realizar casi las mismas tareas intelectuales que un ser humano (puede razonar, comprender, aprender y resolver problemas en diferentes áreas del conocimiento). La IA estrecha o “débil” se enfoca en tareas específicas y limitadas, como la clasificación de imágenes, el reconocimiento de voz y el análisis de datos. Y la IA simbólica se basa en la lógica y en la representación simbólica del conocimiento.

Del garabato a la 

Inteligencia artificial

En esta oportunidad vamos a indagar en tres inteligencias artificiales con distintas perspectivas y utilidades. La primera de ellas se llama Scribble Diffusion, es una IA estrecha y tiene un enfoque más lúdico. Permite confeccionar una imagen con un acabado completo a partir de un boceto y una brevísima descripción textual. Se puede dibujar con el mouse el garabato de un gato sobre una mesa en el cuadro de imagen y escribir una breve descripción en el cuadro de texto, como ‘a photo of a cat on the table‘, en inglés. Es posible agregar más detalles como, por ejemplo, el estilo de Monet. El proceso puede demorar hasta un minuto dependiendo del tráfico de los servidores.

Un CV ganador

Todos y todas nos hemos enfrentado, en más de una oportunidad, al desafío de la hoja en blanco. Esto se vuelve aun peor cuando lo que debemos redactar es nuestro Curriculum Vitae. Desde hace al menos cinco años, los procesadores de texto ofrecen plantillas prediseñadas para plantar la información personal. Sin embargo, el texto no se escribe solo. La segunda IA, también una IA estrecha, funciona como asistente de redacción y en 2023 fue incorporada al sitio Resume Maker. A través del procesamiento natural del lenguaje (NLP) analiza y comprende la información que se quiere detallar en el CV.

Para acceder a este servicio sólo hay que proporcionar los datos básicos y en pocos segundos comienza la magia. Al principio la plantilla del CV está vacía y tiene que completarse con los datos personales, contacto, estudios realizados entre otros. La IA hace su aparición en los párrafos donde hay que redactar el perfil profesional, la experiencia laboral y las habilidades. Si el usuario no queda conforme con la redacción, esta puede ser revisada y editada o puede solicitarse que se genere una nueva en forma automática.

Una charla con El libro gordo de Petete

La última inteligencia artificial mencionada es quizás, la más conocida y polémica del momento. El ChatGPT es un modelo de lenguaje —considerado una forma de IA general— enfocado en la generación de texto y en la comprensión del lenguaje natural. Puede traducir textos en forma automática, generar texto y responder a preguntas sobre una enorme diversidad de temáticas con lenguaje ameno y casi sin errores.

ChatGPT es capaz de responder en forma coherente a preguntas y comentarios dados en lenguaje natural y puede responder sobre una amplia gama de temas. El único requisito para acceder al servicio es, al momento de ingresar a la página oficial, registrarse con una cuenta de Microsoft o de Google.

El sistema tiene una versión paga que ofrece respuestas más rápidas y prioridad cuando la demanda es alta. Su configuración de base está en idioma inglés, pero para chatear en español, solo hay que solicitarlo al momento de hacer la primera pregunta. En este sentido, la experiencia con ChatGPT es simple y amena y, como el libro gordo de Petete, no solo “te enseña, también te entretiene”.

Carta de una inteligencia a otra

Sin embargo, no todo es un lecho de rosas en el camino de las inteligencias artificiales. Hace unos días y con Elon Musk a la cabeza, más de mil intelectuales y expertos de todo el mundo firmaron una carta abierta que llama a parar, al menos por seis meses, la investigación y el desarrollo de inteligencias artificiales (IA) más potentes que ChatGPT. El mayor peligro, aseguran, es que estos sistemas puedan utilizarse para esquemas de desinformación y fake news a gran escala y que esto repercuta, entre otras cosas, en los procesos democráticos y electorales.

 

Nota: La redacción de este artículo se realizó con consultas y apoyaturas en la IA llamada ChatGPT-3 y en un párrafo sugirió cambiar la palabra “cariz” por “aspecto”, pero el autor desestimó la recomendación.