Luz, encuadre, lentes, edición, zoom. Las fotos con el celular ponen el arte de la fotografía cada vez más al alcance de nuestras manos. Ahí en el bolsillo, tenemos un mundo de posibilidades para hacer las mejores tomas y guardarnos los pedacitos del mundo que más nos gustan.
La historia de la fotografía empieza oficialmente en 1839, con la divulgación mundial del daguerrotipo, el primer procedimiento fotográfico.
Dos de los antecedentes de la fotografía son la cámara oscura, que ya mencionaba Aristóteles para la observación de los eclipses solares, y las investigaciones sobre las sustancias fotosensibles, y la cámara estenopeica.
Pero desde aquellas épocas hasta hoy la fotografía ha cambiado, no solo en lo técnico sino también en lo social: pasó de ser una actividad de lujo a una alternativa universal.
Todos podemos sacar fotos, que no es exactamente lo mismo que ser fotógrafos. Sin embargo, hoy en día las cámaras de nuestros teléfonos móviles nos permiten elegir y capturar momentos y guardarlos para siempre de una manera muy simple.
Sonreír antes y después de la foto
Tener un celular en el bolsillo, es tener una cámara siempre a mano. Para sacarle el mayor provecho y sumarles belleza a nuestras fotos, hay varias cosas que podemos hacer.
Podemos comenzar por varios lugares. Pero sin dudas lo primero que debemos chequear es la limpieza de la lente. Son incontables las excelentes fotografías arruinadas por culpa de una lente sucia o con una capa de grasa que atenúa los colores. La lente del teléfono siempre está expuesta. Llevamos nuestro dispositivo siempre en las manos y en los bolsillos, con lo que la posibilidad de que se ensucie es muy elevada. ¿Cómo limpiarla? Basta con pasar un paño suave o frotar la lente con la manga de la camisa para quitar esa suciedad.
Conocer lo que tenemos para saber lo que podemos: conocer más sobre la cámara con la que contamos es muy importante. Para eso, el manual de nuestro teléfono o tutoriales de YouTube pueden darnos una buena idea de qué es posible hacer con nuestro dispositivo y sus funciones.
Manual o automático: entrar en el mundo de la fotografía requiere aprender cosas como valores fotográficos, ajustes y opciones. ISO, apertura, compensación de exposición, velocidad de obturación y muchos otros conceptos que pueden resultar interesantes pero que exigen esfuerzo y dedicación.
Aunque si no queremos entrar en tanto detalle, las funciones automáticas suelen dar excelentes resultados. Lo ideal es tener el modo automático siempre activado y privilegiar la velocidad de la toma para no perder el instante.
Personalidad pura: hay una cosa que nuestra cámara no puede hacer por sí sola, no importa cuán sofisticada sea: el encuadre. La parte más humana de la fotografía, la mirada que elige qué porción de este vasto mundo queremos elegir y cómo mostrarlo.
Para lograr buenos encuadres debemos tener en cuenta algunos detalles como la regla de los tercios. Es una de las reglas más importantes de la fotografía. Consiste en realizar una división imaginaria del espacio en tres divisiones verticales y tres horizontales como si fuera un Ta Te Ti y ubicar el objeto principal en el cuadro del centro. De esta forma, los elementos que aparecerán en la escena tendrán el aire suficiente. Muchos teléfonos ofrecen la posibilidad de visualizar estas líneas para usar de referencia. Se activan desde la configuración de la cámara.
Una buena foto cuenta una historia. Por eso, lo más destacado debe quedar en proporción con el resto de la escena. Por lo general, basta con centrar el primer plano: de esta manera la imagen quedará proporcionada y no dará una impresión extraña a la vista. No es obligatorio ya que todo depende de la composición, del momento y de la imaginación.
La perspectiva también es muy importante: dependiendo de cómo apuntemos con el teléfono, obtendremos una imagen con un primer plano deformado, más aún si usamos la cámara gran angular.
Luz, cámara, recuerdo: fotografiar es dibujar con Luz: foto- y -grafía es el arte y la técnica de obtener imágenes debido a la acción de la luz. La luz es uno de los aspectos clave. Debemos tener en cuenta que la iluminación frontal ayuda a dar nitidez a la imagen, al detalle.
Lo importante es encontrar el equilibrio entre aprovechar la luz del espacio cuidando la sobreexposición. De hecho, los mejores días para sacar una buena foto son los días nublados porque los contrastes sombra-luz no son tan marcados.
Prohibido encandilar: si queremos sacar fotos en el interior es mejor evitar las bombitas demasiado amarillas o ajustar el balance de blancos. Las fotos con flash no son tan buenas, pero algunas veces es necesario usarlo; en estos casos, lo ideal es ubicarse a poca distancia del objetivo para que el flash surta efecto.
Explorando funciones: algunos smartphones permiten ajustar la exposición y el enfoque de forma automática. Con el modo Super HDR, por ejemplo, es posible capturar escenas procesadas; es decir, la tecnología que se usa mejora y enriquece la foto para evitar que queden zonas muy oscuras o muy brillantes. Para aprovecharlo es necesario activarlo desde la configuración de la cámara.
Cuidado con las pinzas: muchas veces queremos fotografiar cosas o escenas que están lejos. Hoy casi todos los teléfonos vienen con la posibilidad de hacer zoom, hay que prestar atención y diferenciar entre el zoom óptico y el digital; y usar el primero que no tiene pérdida de calidad.
Escenas prearmadas: hoy muchos teléfonos de gama alta y media cuentan con inteligencia artificial en sus cámaras. Muchas veces ofrece la detección de escenas como atardecer, nocturna, etc. pero no siempre da los mejores resultados. Aquí todo es una cuestión de gustos, así que lo mejor es tomarse un rato para probar y jugar con las funciones para ver si nos gustan los resultados.
El tamaño importa: una recomendación es usar siempre el tamaño máximo del sensor. Sacar buenas fotos en el primer intento no es fácil. Por eso, es mejor es que sean lo más grandes posible para poder editarlas y recortarlas sin perder calidad.
Entre todas, una seguro es buena: las fotos en ráfaga pueden ser una buena opción para asegurarnos un buen resultado, sobre todo cuando sacamos cosas dinámicas como personas. Parpadeos y muecas extrañas pueden arruinar una toma de un momento irrecuperable. La toma en ráfaga nos permite elegir la mejor captura. Un consejo adicional, borrar las que no sirven inmediatamente para no ocupar toda la memoria del teléfono.
Sin agregados: si bien puede resultar tentador obtener apps para intentar exprimir el hardware y las lentes hasta límites insospechados, lo cierto es que su uso debilita las fortalezas del móvil en este terreno. Por lo cual, lo más recomendable es usar la cámara tal como viene de fábrica pues seguramente será la mejor manera de aprovechar sus virtudes y evitar sus debilidades.
Una segunda oportunidad: editar las fotos después de sacarlas siempre es un buen recurso para corregir errores en la toma o darle un toque aun más personal a la imagen. Los teléfonos ofrecen un sinfín de alternativas para hacerlo.
Más allá de todo esto lo principal es explorar, probar, disfrutar y jugar con la cámara y todas las funciones que ofrece para encontrar aquellas que nos permiten realizar las mejores tomas.
Sacar fotos y algo más
La fotografía con teléfonos móviles tiene muchos fans. En 2010 nació Popckorn, un espacio dedicado a la fotografía con móviles cuyo principal objetivo es ofrecer una plataforma de dialogo, pensamiento e intercambio entre artistas. Popckorn se propone utilizar la producción de contenidos con móviles – especialmente la fotografía – para incentivar el arte y nuevas formas de expresión a través de talleres, el blog, el festival y actividades destinadas a divulgación de la fotografía e integración social y la democratización del arte.
Enel sitio es posible encontrar talleres, información y notas más que interesantes sobre la fotografía con móviles, para seguir explorando este tema desde distintos puntos de vista.
Porque de eso se trata, después de todo, la fotografía: de mirar de manera personal y única.