San Rafael, Mendoza: brindar por la naturaleza

Ciudad, naturaleza, vinos, aventuras y la amabilidad de los mendocinos son los anfitriones que esperan a todos los viajeros en la ciudad de San Rafael.


Fotos: Carolina Cazes / iStock

Al pie de la cordillera estas tierras son un oasis regado por las aguas de los ríos Diamante y Atuel. San Rafael es el destino ideal para visitar en cualquier momento del año.

A poco más de 200 km de la capital mendocina, San Rafael ofrece una amplísima gama turística con un clima agradable todo el año: en verano la temperatura mínima es de 15º C y la máxima de 33º C; en invierno, oscila entre 1º y 16º C. Y en cada estación tiene mucho para recibirnos.

 La ciudad y alrededores

San Rafael tiene aproximadamente 120.000 habitantes, es una ciudad activa y hermosa que cuenta con una amplia oferta hotelera y gastronómica.

Plazas y paseos nos esperan con su belleza, sus verdes y sus ferias. Los edificios de la municipalidad y la catedral neocolonial construida en 1935 miran a la Plaza San Martín. Allí se pueden apreciar las tallas del escultor Diego Funes realizadas sobre troncos de árboles secos y la estatua ecuestre del Libertador.

Sus bellísimos parques nos invitan a disfrutar al aire libre en distintos puntos de la ciudad.

Dentro  del Parque Hipólito Yrigoyen encontramos el Polideportivo Municipal, la Plaza del Tango y el Anfiteatro Chacho Santa Cruz donde se realiza la Fiesta Departamental de la Vendimia y la Fiesta de los Pueblos y el Vino.

En su corazón descubrimos el Parque de los Niños, un verdadero paraíso para los más chiquitos. Las torres del portón simulan la entrada a un castillo de cuentos. Dentro hay un anfiteatro donde suelen verse obras de títeres, una pista vial y juegos de todo tipo que garantizan la diversión para los más chicos.
Frente al parque, la Plaza Francia es otro espacio digno de visitarse con su enorme fuente de aguas danzantes y su paseo de artesanos.

Ya en las afueras de la ciudad, el Parque Mariano Moreno nos invita a disfrutar su pequeño lago, un jardín zoológico y la Gruta de la Inmaculada Concepción.

Y a unos kilómetros de la ciudad, se puede visitar el Laberinto de Borges, un homenaje construido por la familia Aldao en su estancia Los Álamos. El lugar cuenta con un mirador, un amplio parque, un bar, una pulpería y un circuito de juegos de madera para los más chicos.

 A pura naturaleza y adrenalina

La ciudad de San Rafael es también el centro desde donde podemos acceder a varias de las bellezas naturales más impactantes de la provincia y a la más variada oferta de turismo aventura. Se destacan 3 circuitos naturales imperdibles:

Circuito del Atuel

A 37 km de la ciudad entramos en el Cañón del Atuel, en el paraje Valle Grande. Son 45 km de historia geológica acompañados por el rumor de este caudaloso río. Para recorrerlo conviene tener a mano adjetivos como impresionante, maravilloso, imponente y espectacular.

A la naturaleza se suma, la acción del hombre; las represas y embalses le suman atractivo al lugar: el paredón de la presa Valle Grande, da origen a un inmenso espejo de agua verde esmeralda ideal para la práctica de natación, buceo, esquí, remo, motonáutica, windsurf y los paseos en catamarán, entre otras actividades.

Al continuar descendiendo encontramos los más variados servicios gastronómicos, de alojamiento y turismo aventura, y sus ofertas de trekking, rappel, senderismo, escalada y tirolesa; vuelos en parapente, safaris fotográficos y cabalgatas, rafting, kayak, doky y cool river.

Emergiendo del Cañón del Atuel a través de una sinuosa cuesta descubrimos la inmensidad del lago que conforma el dique El Nihuil, un verdadero paraíso para los pescadores. También hay espacio para el windsurf y el esquí acuático que llenan el lago de colores y acción.

Sobre la margen derecha encontramos la encantadora Villa El Nihuil. Partiendo de ella se llega a Las Dunas del Nihuil, otro de los paisajes impactantes de la zona. Treinta mil hectáreas de dunas de arena volcánica que llegan a medir 200 metros y cambian de forma y lugar casi a diario.

Allí se corrieron el Dakar y el Desafío de la Ruta 40. Recorrerlas en una 4×4, es un programa imperdible para todas las edades:  acompañados por guías, podemos simplemente impresionarnos por el paisaje o deslizarnos en trineos por estos gigantes de arena.

Circuito Diamante

El Río Diamante nace en plena Cordillera y su cuenca también fue aprovechada para la producción hidroeléctrica, con cuatro centrales.

A 25 km de San Rafael llegamos a Villa 25 de mayo, un verdadero Museo habitado, con caserío de adobe y calles flanqueadas por las frondosas copas de los centenarios carolinos. En el Fuerte San Rafael del Diamante, declarado Monumento Histórico Nacional, comienza el circuito del Diamante.

La primera de las obras está a 27 km: la Galileo Vitale, fue construida para aprovechar las aguas del río Diamante para riego.

Unos kilómetros más allá encontramos El Tigre, una pequeña presa que junta agua para volcarla en el lago o embalse Los Reyunos. A lo largo de toda esta presa se puede disfrutar la pesca de grandes pejerreyes y truchas que fueron sembradas por piscicultura.

Más adelante llegamos al que, para muchos, es el embalse protagonista de esta bella cuenca: el Dique Los Reyunos. Tiene una altura de 135 metros y un mirador con una vista maravillosa. Sus 734 hectáreas invitan a practicar todo tipo de actividades náuticas y sobre todo a pescar.

En la pequeña villa, a sus orillas, está el Club de Pesca y Náutica Los Reyunos, restaurantes, proveedurías, cabañas, campings y distintas alternativas para disfrutar del windsurf, realizar cabalgatas, caminatas, mountain bike y otras actividades.

La última presa es el Dique de Agua del Toro, el lugar preferido por los pescadores.

Circuito El Sosneado

El Sosneado, “donde primero se ve el sol”, está en plena cordillera: volcanes inactivos, aguas termales y vertientes naturales se dan cita en esta zona. El recorrido empieza a 33 km de San Rafael con la Cuesta de los Terneros, sus 1.000 msnm, el colorido de sus cerros y el cielo azul celeste, con una ventana natural desde donde se puede divisar el oasis San Rafael.

Luego descendemos al sur pasando por el Yacimiento y Museo de Las Salinas del Diamante. Y tras recorrer 142 km franqueados por la Cordillera, arribamos a El Sosneado, una zona agreste ideal para hacer trekking, cabalgatas, mountain bike y andinismo superior. Allí, la Laguna El Sosneado, invita a la pesca y el buceo, también encontramos la Cueva del Indio y las ruinas del otrora famoso Hotel Termal que aún posee piletas de aguas templadas en funcionamiento al aire libre.

 Lo que la tierra nos da

Mendoza es la provincia vitivinícola por excelencia en nuestro país. Y San Rafael forma parte de ese prestigio. Tanto bodegas emblemáticas, como las llamadas boutique reciben a los visitantes que se acercan a conocer los procesos de producción a gran o pequeña escala y a degustar el amplio abanico de vinos que ofrecen.
San Rafael, es uno de los pocos lugares de la geografía argentina que cuenta con Denominación de Origen Controlada (DOC) de esta manera los productores cultivan y cosechan la uva bajo pautas que optimizan su calidad con un control fiable de la producción.

Los olivos son otra de las especialidades sanrafaelinas. Cada vez hay más y mejores productores de aceites de oliva y sus derivados. Al igual que las bodegas, las fincas muestran sus cultivos y fábricas de aceite de oliva extra virgen, desde las más pequeñas y rústicas hasta las más preparadas para recibir turistas.

En las afueras de la ciudad, fincas más grandes y más pequeñas cultivan todo tipo de productos. Es común que tengan un pequeño viñedo, olivares y frutales. Además, algunas suman emprendimientos turísticos ofreciendo la posibilidad de alojarse en estos paradisíacos lugares. Muchas veces, en las rutas, los finqueros ofrecen sus productos recién cosechados o elaborados. ¿Una recomendación? Vale la pena probarlos.