En la tierra, el cielo o el agua el turismo aventura es una excelente opción para los amantes de la naturaleza y la vida activa, y nuestro país ofrece una enorme cantidad de alternativas. Se acerca el verano y es uno de los momentos ideales para practicarlo.
Un viajero es mucho más que una persona que se traslada de una parte a otra. Un viajero es alguien que busca conocer nuevas partes del mundo y nuevas personas, pero, sobre todo, es alguien que busca nuevas experiencias.
¿Qué tipos de experiencias? Múltiples y variadas, casi tantas como los gustos de quienes deciden poner algunas de sus cosas en una valija y partir.
Elegir las vacaciones que más nos gustan
Está claro, el turismo urbano es el que lleva a los viajeros a conocer distintas ciudades del mundo, pero hay también muchos otros tipos de turismo: médico para quienes buscan bienestar, gastronómico para quienes quieren conocer el mundo a través de sus sabores, enoturismo para los amantes del vino, entre otras.
Todas estas denominaciones son relativamente modernas y entre ellas está el turismo aventura, que es parte del turismo de la naturaleza y que antes se llamaba turismo alternativo. Su particularidad es que desafía físicamente a los viajeros en entornos naturales y permite disfrutar de la naturaleza interactuando con ella.
“El turismo es una de las principales formas que encontramos para modificar nuestra rutina y aprovechar el tiempo de vacaciones, dice Pablo Monteverde de Grupo Fugate y Tango Joven. En el turismo aventura, o alternativo el individuo se involucra, participa activamente de la propuesta remando, caminando, escalando, cabalgando, etc. Los viajeros dejan de ser un mero espectador de paisajes y servicios para convertirse en protagonistas de las propuestas”.
Estar bien preparado
Hay muchas actividades incluidas en el vasto universo del turismo aventura, y no todas requieren la misma preparación, equipamiento ni entrenamiento. Pero todas deben realizarse con responsabilidad evitando correr riesgos innecesarios. Quienes piensan salir a caminar por la montaña, por ejemplo, deberán contar con el calzado apropiado, y seguir todas las recomendaciones que brindan los guardaparques, el personal de los clubes andinos o las autoridades del lugar.
“Lo más importante para la persona que va a desarrollar una actividad de turismo aventura es la actitud y el conocimiento previo sobre la actividad. Saber lo que va a hacer le permitirá contar con todos los elementos necesarios, y también con nociones básicas para saber cómo adecuarse e ir acomodándose a cada actividad, nos sigue contando Pablo.
Hay propuestas muy interesantes, muy vivenciales, super entretenidas como son algunos trekkings, o algún rafting, o una cabalgata, o un canotaje, o snorkel que son actividades aptas para todo tipo de público en las que sólo se requiere un equipo básico común junto con un estado físico razonable, actitud y predisposición.
También hay otras actividades que son muy específicas como el trekking de alta montaña, kayak en aguas blancas, buceo en profundidad o travesía off road que requieren un equipo técnico y específico para cada persona junto con un entrenamiento y conocimiento previo para utilizarlo.”
Otro punto importante que no debe pasarse por alto es el cuidado del medio ambiente. Todas estas actividades se realizan en estrecho contacto con la naturaleza y debemos procurar cuidarla para no dejar nuestras huellas: no dejar basura, evitar tirar elementos posiblemente contaminantes en el agua, no hacer fuego en lugares prohibidos, etc.
Argentina aventurera
Nuestro país ofrece infinidad de posibilidades para el turismo aventura en casi todo su territorio. Pero sin duda hay puntos clave y lugares que lo han desarrollado fuertemente.
A caballo, a pie, en el agua, en el cielo, por el día, por un rato o por varios días: la oferta es riquísima tanto para quienes vivimos aquí como para los extranjeros que deciden venir a disfrutar nuestras tierras.
“Hay regiones de la Argentina a las que viene mucho turismo extranjero a hacer turismo aventura, relata Pablo Monteverde. Este tipo de propuestas suele ser de una duración larga, mayor a 5 días en el destino: principalmente en la zona de Patagonia para Trekking; Mendoza para Alta Montaña; Noroeste para trekking y travesías 4×4; el Litoral para los naturalistas.
Algunas otras regiones de nuestro país son más visitadas por el turismo aventura nacional, aunque este público consume programas más cortos, un día hace una actividad, al día siguiente hace otra, en este caso son complejos que tienen varias opciones: cabalgatas, tirolesa, canopy, trekking, canoas, etc… Por ejemplo, el Cañon del Atuel en Mendoza, o algunos complejos de esquí como Catedral o Las Leñas, entre otros.
Argentina tiene una amplia variedad de paisajes y una buena infraestructura de rutas con alojamientos, además hay personal capacitado para guiar en diferentes disciplinas… aunque falta desarrollo en muchos lugares. Es un terreno fértil que permite desarrollar muchas y diferentes propuestas de actividades de turismo aventura. Es un rubro que está en continuo crecimiento…”
Caminante, hay camino
Para quienes prefieren andar con los pies en la tierra hay diferentes actividades. La más básica, pero no por eso menos emocionante es el trekking que se puede practicar en cualquier tipo de terreno: la montaña, la playa, los hielos y hasta las ciudades reciben a los amantes de conocer el planeta de un paso por vez.
Claro que hay lugares que son más atractivos que otros y que están preparados para este tipo de actividad. Los senderos entre bosques, montañas, lagos y ríos suelen ser los más elegidos. Y para encontrarlos, nada mejor que la Patagonia argentina. Las alternativas son muchísimas: desde caminatas de un par de horas hasta travesías de más de una semana con grados de dificultad para todos los gustos. ¿La promesa? Disfrutar a pleno de la naturaleza y asombrarse con vistas increíbles a la vez que se realiza una actividad física muy buena para la salud.
En dos ruedas
También por tierra, se puede elegir el ciclismo. Las mountain bikes son una buena alternativa para tener una experiencia diferente. En nuestro país, las propuestas son muchísimas. Habrá que elegir teniendo en cuenta los lugares, el clima y el nivel de dificultad. Los Esteros del Iberá o Misiones son ideales para el otoño, invierno y primavera, mientras que la Patagonia es más amigable en verano, por ejemplo.
En cuatro patas
Desde que el caballo llegó a América, se convirtió en rey de nuestras tierras, protagonista absoluto en las labores del campo, hoy también se convierte en una alternativa para disfrutar de los paisajes con menos esfuerzo físico. De norte a sur y de este a oeste, nuestras provincias ofrecen circuitos para disfrutar los paisajes desde el caballo y recorrer gran cantidad de kilómetros en menos tiempo, a la vez que se vive un poco al estilo gaucho o se revive la experiencia del Libertador General San Martín y sus hombres.
Aprovechar el paisaje
Pero no todo es trasladarse en el turismo aventura, hay otro tipo de actividades como la escalada y el rapel. Solo se necesita una montaña, o una palestra, si la montaña nos queda muy lejos. Es un programa divertido con distintos grados de dificultad. Mendoza y Patagonia, los ofrecen en distintas localidades.
En el agua también
En el agua también hay aventura. Para quienes disfrutan las profundidades, Puerto Madryn es el paraíso, tanto que vale llamarla la capital nacional del buceo. El “bautismo submarino” es la manera de iniciarse en esta actividad que puede realizarse desde los 8 años. En la reserva Punta Loma en Madryn, se puede realizar una salida intermedia de snorkeling con lobos marinos; estos animalitos se acercan a jugar de manera amistosa con las personas convirtiendo la actividad en algo inolvidable.
El rafting es otro de los imperdibles en el agua. Y para esto, los ríos navegables de montaña reciben a los aventureros con toda su energía. El Atuel en Mendoza y el río Manso en el Parque Nacional Nahuel Huapi son los más elegidos del país para vivir esta propuesta plena de adrenalina y diversión ideal para realizar con amigos, solo o en familia.
Donde haya agua y un paisaje digno de recorrerse, habrá canoas y kayaks listos para recibir a quienes tengan ganas de remar y tomar contacto con la flora y la fauna de las orillas. Ríos como el Pilcomayo o el mismísimo Delta del Río de la Plata, lagos patagónicos, y los clásicos embalses de Córdoba y Mendoza, ofrecen aguas que invitan a hacer paseos que pueden ir desde un par de horas hasta unos cuantos días.
Hasta el cielo
Las aventuras también pueden llevarnos a tocar el cielo con las manos. Los más audaces pueden elegir el parapente. La oferta es amplia y se encuentra en montañas, sierras y costas que tengan buenas corrientes térmicas. En general, un vuelo de bautismo, con instructor dura unos 15 minutos y nos acerca a una experiencia tal vez parecida a la de las aves.
Los lugares más emblemáticos en nuestro país son: el mirador de Cuchi Corral, en el Valle de Punilla de las sierras de Córdoba, y Loma Bola, en la sierra de San Javier, cerca de San Miguel de Tucumán.
Otra experiencia celestial es el paracaidismo. La localidad de Lobos en la provincia de Buenos Aires es la capital nacional del paracaidismo, la única zona de saltos con espacio aéreo reservado y tres aviones habilitados por Fuerza Aérea. En los saltos tándem o de bautismo, se salta unido al instructor, después de una charla introductoria. Tras un minuto de caída libre se abre el paracaídas y se baja durante unos 6 a 10 minutos de manera suave.
Otras actividades como el bungee jumping, la tirolesa o el canopy que nacieron en ambientes naturales, hoy se practican también en parques especiales que pueden quedar en medio de una ciudad.
Las propuestas son muchas, variadas y buenas, con ganas y decisión, el turismo aventura puede ser una gran opción para disfrutar la naturaleza y desenchufarse de la rutina.