Versátiles, sanas, variadas y exquisitas, las tartas son siempre una buena opción en la cocina. Son ideales para comer en casa o para llevar a cualquier lado.
Las tartas son variadas y se adaptan a todo tipo de comidas, desde un almuerzo, cena o incluso brunch hasta un picnic, también son ideales para llevar a la oficina o incluir en las viandas escolares de los más chicos.
Con un poco de imaginación, las opciones son casi infinitas.
Las manos en la masa
La masa puede ser casera o comprada. Y hay muchos estilos: más gruesas, más finitas, más crocantes, hojaldradas e integrales.
Blanca y crujiente
Para una masa bien crocante casera bastará con 4 ingredientes: harina 0000, aceite, agua y sal. El secreto para que la masa quede bien sequita y más crocante es que el agua tiene que estar fría de heladera.
Solo hace falta mezclar 500 g de harina con una cucharadita de sal y 50 cc de aceite y luego agregar 250 cc de agua bien fría, amasar, dejar descansar y dividir la masa en dos y estirar las dos tapas.
Se la puede estirar sobre harina de maíz o polenta y aumentar aún más la sensación crocante.
Blanca y esponjosa
Para obtener una masa más gruesa y no tan crocante, se usan casi los mismos ingredientes.
Solo hay que mezclar 2 tazas de harina leudante (o 0000 con dos cucharaditas de polvo de hornear), una cucharadita de sal, media taza de aceite y media de agua tibia. Se mezclan en ese orden hasta obtener una masa suave y se deja descansar unos 15 minutos.
Integral y deliciosa
Las masas integrales son una gran opción, aportan más fibra y tienen un sabor muy especial. Para lograr una buena masa hay que mezclar 100 g de harina integral, 60 g de harina 0000, 6 g de polvo hornear (o usar directamente harina leudante), una cucharadita de sal, 70 cc de agua y 40 cc de aceite girasol. Todo se amasa junto unos 10 minutos y se deja reposar unos 30 minutos antes de estirar.
Extras de la masa
En primer lugar, se le puede agregar semillas variadas que le dan un toque especial, también saborizar con hierbas o especias y con los recortes, salen unas ricas galletitas ideales para un dip o para acompañar el mate.
Algo que funciona muy bien es darle una brevísima precocción a la masa sola para asegurarse de que la base quede bien cocida y no se humedezca tanto.
Rellenos de tartas, la imaginación al poder
Los rellenos de tartas son casi infinitos: de verduras, hongos, con queso, de pollo, en las combinaciones que elijamos.
En general, se trata de preparar el relleno que nos guste y mezclarlo con una mezcla de huevo (en general con unos cuatro, alcanza) y leche o crema o queso blanco, sal y pimienta.
Verduras en el trono
Hay varias maneras de usar las verduras para preparar una tarta, puede ser saltadas en pedacitos, asadas o pasadas por rallador o minipimer.
Una base de cebolla saltada, zanhoria, zapallito y zuchini todo rallado y cocinado en la sartén, será una gran tarta agregándole la mezcla de huevo. Solo resta ponerlo en la tarta y cocinarlo lentamente para que el huevo haga su magia, se cocine y le dé cuerpo a la tarta.
A esta preparación se le puede agregar una o dos latas de atún desmenuzado, para tener dos opciones con una misma preparación.
Siempre hay más opciones
Por supuesto las verduras pueden usarse cortadas en pedacitos o incluso hacer una tarta rústica con verduras asadas.
Queso y cebolla
Es tan fácil y rápida como deliciosa. Solo hay que saltar la cebolla cortada en pluma y agregar el queso mantecosa que queramos (incluso el light). Derretirlo en la sartén y mezclarlo con la cebolla es mejor que poner el queso directo en la tarta. Una vez derretido, agregar la mezcla mágica y unir bien antes de llevar al horno. Se le puede sumar un poco de orégano o tomillo.
Pollo de ayer o de hoy
Aunque la tarta de pollo se puede hacer con unas pechugas hervidas, es ideal para aprovechar sobras.
Solo hace falta saltar un poco el pollo ya cocido con puerro y/o cebolla, y sumar una base de salsa blanca bien espesa, que se puede preparar en la misma cocción. Para eso hay que apagar el fuego, poner harina (si hace falta agregar un poco de aceite), hacer un roux y luego agregar leche hasta obtener la textura deseada.
Solo falta la mezcla de huevo y al horno.
Tarta de papa. Sí, de papa
El único secreto de esta tarta es que lleva mucha cebolla, casi igual cantidad que papa. Simplemente se saltan las cebollas picadas con abundante aceite y se las mezcla con un puré condimentado con sal y pimienta.
Va sobre masa blanca y crocante.
Tips generales
Las tartas pueden ser con tapa, con unas tiras de masa como la pastafrola, con el excedente de los bordes cubriendo hasta donde llegue o directamente sin nada de masa encima. En todos los casos un poco de sésamo blanco por encima, les da un toque interesante.
Si es con tapa, conviene pintarlas con huevo o leche para que se peguen las semillas.
En general, las tartas se pueden congelar muy bien. Una buena idea es hace tartas individuales o ponerlas en el freezer cortadas en porciones. Es como tener un salvavidas culinario siempre a mano.
A la hora de descongelarlas, directa y lentamente en horno u hornito eléctrico suave, pero no en microondas.
¡A experimentar, probar y disfrutar!