La práctica de la meditación, una herramienta para el bienestar

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La práctica de la meditación puede ser positiva en muchos aspectos. Las diferentes maneras de llevarla a cabo pueden ayudarnos a hacer un alto, enfocarse en el presente y de esa manera acceder a sus beneficios.


No se sabe exactamente cómo, cuándo y dónde nació la práctica de la meditación, sin embargo, muchos coinciden en situar su origen hace más de 5.000 años en la India. Formaba parte de la tradición védico – hinduista, dentro del yoga.

Más tarde, el budismo, el cristianismo, la tradición cabalística judía y el sufismo musulmán incorporan las prácticas meditativas debido a sus beneficios.

Meditación en el siglo XXI

En la actualidad con más o con menos información, casi todos hemos escuchado hablar sobre la meditación.

Algunos, los más familiarizados con la meditación, la consideran una práctica milenaria que permite dominar la mente y alcanzar un estado de conciencia plena.

«Mujer planta» por Cecilia Lynch @cecilialynch.art

Cecilia Lynch es artista plástica e instructora de yoga y medita hace más de 20 años. “Hay diferentes tipos de meditación, nos cuenta. Diferentes filosofías y escuelas, la mayoría apuntan a practicar la presencia, la auto observación y la paz. Aunque también se puede profundizar más aún”.

Muchos otros, la ven desde un punto de vista más pragmático y la consideran una técnica que puede ayudar a reducir el estrés y obtener otros beneficios relacionados con la concentración y el bienestar general.

La meditación se ha vuelto tan popular que son muchas personalidades que la practican. David Lynch, George Harrison, Tom Cruise, Richard Gere, Gwyneth Paltrow, Clint Eastwood, Jennifer Aniston, Alanis Morrissette, Ricky Martin y la lista sigue en un largo número de etcéteras.

Sol María Lupov practica meditación y estudia sobre budismo hace varios años “empecé a meditar cuando me operaron de un hombro. Era una operación compleja y dolorosa con un post operatorio complicado. Tenía que estar con el brazo pegado al cuerpo durante tres semanas y con mucho dolor. Empecé a meditar en forma casera, escuchando mantras. En realidad, no era verdaderamente meditar, pero me daba cuenta de que me calmaba el dolor, dejaba de estar nerviosa y por eso lo empecé a aplicar en otros aspectos de la vida cotidiana. Después me acerqué a un templo budista y comencé a estudiar más sobre el budismo y a realizar sesiones de meditación con la Lama. Además, por mi cuenta trato de meditar todos los días unos quince o veinte minutos”.

El templo al que asiste Sol es el Instituto Kagyu Tekchen Chöling, «Jardín donde se difunden las enseñanzas del Gran Camino de Buda», es el primer Centro para la enseñanza y la práctica tradicional del Budismo Tibetano de Latinoamérica. El KTC ofrece actividades que pueden realizarse de manera virtual desde cualquier lugar.

Si bien la práctica puede estudiarse y ahondarse, cada uno puede intentarlo por sus propios medios, así lo afirma Cecilia “yo creo que todos tenemos la capacidad de aquietarnos y conectarnos. Pero cuando hay demasiada actividad mental o negatividad, por ejemplo, recurrir a un acompañamiento es más fácil. De todas maneras, personalmente siento que es una cualidad natural que todos poseemos. Es entrar en silencio y encontrarse”.

Un complemento para la salud

Según afirma el sitio de Mayo Clinic, la institución de salud sin fines de lucro que se dedica a la atención médica, investigación y educación, “En la actualidad, la meditación comúnmente se usa para relajamiento y reducción del estrés.

Está considerada un tipo de medicina complementaria para mente y cuerpo. La meditación puede producir un estado de relajamiento profundo y una mente tranquila.

Durante la meditación, concentras tu atención y eliminas el flujo de pensamientos confusos que pueden estar llenando tu mente y provocándote estrés. Este proceso puede resultar en un realce del bienestar físico y emocional”.

Eso mismo relata Sol desde su experiencia personal: “Me ayuda muchísimo en situaciones diversas de estrés, el tema del control de la respiración, el aquietar la mente, poner las cosas en perspectiva… Si bien a veces no logro salir de situaciones de enojo o estrés, es un camino que me gusta e intento seguir”.

Entre los beneficios físicos y emocionales, resalta: Tener una nueva perspectiva de las situaciones estresantes

  • Adquirir habilidades para controlar el estrés
  • Aumentar la autoconciencia
  • Enfocarse en el presente
  • Reducir las emociones negativas
  • Aumentar la imaginación y la creatividad
  • Aumentar la paciencia y la tolerancia
  • Bajar la frecuencia cardíaca
  • Bajar la presión arterial en reposo
  • Mejorar la calidad del sueño
Meditación y Mindfulness

En los años 60 Jon Kabatt Zinn se basó en técnicas de meditación budista para crear el Mindfulness y usar esta técnica para ayudar a enfermos terminales.

A diferencia de la meditación tradicional, el mindfulness no tiene connotación religiosa o mística, sino que se basa en principios científicos.

Esta versión occidental busca enfocar de forma total la atención en el momento presente.

Al mejorar las capacidades de concentración y focalización de la atención, el mindfulness puede ser útil tanto para mejorar la eficiencia en las tareas que realizamos, como para manejar el estrés y la ansiedad y lograr una mejor calidad de sueño.

Esta práctica se puede realizar en cualquier momento del día, para lograr un mejor funcionamiento en nuestras actividades y relaciones.

Por dónde empezar

A la hora de recomendar una manera de iniciarse o conocer estas prácticas, Cecilia recomienda “cualquier meditación de mindfulness de Thich Nhat Hanh” y en el área de la meditación, la meditación Anapana se aprende antes que la Vipassana. Es muy simple y hasta la pueden hacer los niños. Mi hijo de 12 años ya la practica”.

Algo que conviene recordar es que la constancia es un punto fundamental en estas disciplinas. Para ponerlo en palabras de Buda: «La continuidad de la práctica es el secreto del éxito.»