Llega el fin de año y a las celebraciones se suman los deseos de prosperidad. En muchos lugares del mundo, las diferentes tradiciones de año nuevo se repiten cada diciembre para tener un mejor año por venir.
Aunque casi todo el mundo lo festeja el mismo día, no todos lo celebramos al mismo tiempo ni con las mismas tradiciones de año nuevo.
Existen muchas costumbres que varían de un país a otro. Conociéndolas podemos adoptar las que más nos gusten para que se cumplan nuestros deseos de tener un gran año.
Empezar con buen pie
El primer pie es una costumbre que se encuentra en Escocia y en Grecia. Esta tradición de año nuevo asegura que la primera persona que entra a nuestra casa puede traernos buena o mala suerte. Por eso lo ideal es que los primeros en entrar a casa sean amigos o familiares queridos y nunca con las manos vacías.
Los daneses, por su parte, hacen otro uso de los pies: saltan desde una silla a medianoche.
En Brasil, aprovechan el calor y la cercanía del mar, van a la playa y saltan siete olas, pidiendo un deseo en cada salto.
De uvas y campanas
Empezar el año nuevo con una uva acompañando cada campanada es una costumbre típica de España y muchos países de habla hispana. Dice la leyenda que comer doce uvas a medianoche traerá un año de felicidad y prosperidad.
Preparando las valijas
A quienes les gusta viajar, deben sumarse a esta tradición colombiana: llevar una valija vacía a da una vuelta manzana justo antes de que den las doce.
Un año redondo
Se trata de buscar la prosperidad como sea y la tradición dice que una de las maneras es buscando todo lo que sea redondo, pues supuestamente, la forma circular simboliza la riqueza.
En Italia, los círculos están en la comida: a medianoche se come un plato tradicional: cotechino y lenticchie (un tipo de fiambre y lentejas), para atraer la buena fortuna.
Los filipinos también buscan la redondez y por eso para ellos, en la noche de Año Nuevo, todo es redondo. En la mesa hay frutas redondas, la gente se viste con ropa a lunares y hace sonar monedas que guardan en sus bolsillos para atraer la prosperidad.
El año en colores
Muchas tradiciones se relacionan con la vestimenta. En Brasil, la gente se viste de blanco para alejar los malos espíritus.
En China, aunque su año comienza en febrero, el rojo es el color que se lleva porque atrae la buena suerte.
El año nuevo también tiene códigos de colores para la ropa interior. Hay un color para cada deseo que tenemos sobre el año próximo.
El amarillo se asocia a la riqueza y el éxito económico.
El rojo tiene que ver con lo romántico, la pareja, los sentimientos y la pasión.
El color verde nos lleva al mundo natural, y la esperanza.
El blanco trae tranquilidad, paz y confianza.
La salud y el azul van de la mano.
El negro es para quienes buscan un año con lujo, elegancia y erotismo.
La ropa interior rosa combina dos simbologías, la del blanco y la del rojo, por eso es ideal para quienes quieran priorizar los temas sentimentales y amorosos, no solo de pareja.
Deseos ardientes
En Rusia, los deseos son de fuego. Los rusos los escriben en un papel y luego lo queman. Después, ponen las cenizas del papel dentro de una copa de champán y lo toman. ¡Salud!
Nadie paga los platos rotos
En Dinamarca la noche de año nuevo tiene estilo griego: la tradición invita a romper los platos.
La creencia es que esta costumbre de romper la vajilla aleja los malos espíritus y trae buena fortuna.
Los platos rotos se acumulan en la puerta de las casas y la casa con más cantidad de platos rotos, tendrá el mejor año nuevo.
Además de esto, los daneses saltan de lo alto de una silla en año nuevo, justamente a las 00 en punto de la noche, también con la intención de traer buena suerte.
Con pie de plomo
No es la lectura de la borra del café ni de las hojas del té. En Alemania para saber cómo será el próximo año, leen el plomo.
El procedimiento consiste en fundir una pequeña cantidad de plomo en una cuchara y ponerlo en agua fría; la forma de la pepita de plomo que aparece, se interpreta para predecir lo que traerá el nuevo año.
Un año nuevo de película
En Alemania Dinamarca, Suecia, Finlandia y Austria la última noche del año está dedicada a San Silvestre, por eso la nochevieja se conoce también como Silvester.
Además de brindar por el santo y lanzar fuegos artificiales, las familias hacen un curioso ritual: se reúnen para ver Dinner for one, un sketch de 18 minutos, en el cual una anciana prepara una cena para sus invitados imaginarios o, mejor dicho (y algo más siniestro), sus amigos ya fallecidos.
Fuego y ruido
Ecuador recibe el año quemando un muñeco de hasta 10 metros de altura, hecho con papel, madera y petardos para augurar buenos deseos.
108 son más que 12
A los japoneses, 12 campanadas les parecen pocas. Por eso a las 00:00h del 1 de enero los templos japoneses hacen sonar sus campanas 108 veces.
La tradición es de origen budista y asegura que de esta manera se purifican los 108 deseos mundanos que causan el sufrimiento.
Cuando termina de sonar la campanada 108 brindan con amazake, un licor caliente, mientras que en la cena, el plato más típico son los fideos de trigo soba, símbolo de prosperidad y uno de los imprescindibles entre las tradiciones de Año Nuevo del país.
Al agua, año
Las noches del 31 de diciembre en Puerto Rico la costumbre es refrescante: tirar baldes de agua por la ventana.
La idea es que, de esta manera, las familias creen librarse de los problemas vividos durante el año que se acaba.
Además, durante el día, es habitual escuchar el poema ‘El brindis del bohemio’, que termina con estos versos: «El bohemio calló; ningún acento / profanó el sentimiento / nacido del dolor y la ternura, / y pareció que sobre aquel ambiente / flotaba inmensamente / un poema de amor y de amargura».
Un adorno curioso
En los hogares de Grecia se lleva a cabo una tradición conocida como Kremmida, que consiste en colgar una cebolla en la puerta de cada casa.
La cebolla simboliza el renacimiento de un nuevo año que comienza, además se usa para despertar a los niños a la mañana siguiente, para pasarles la buena energía de la Kremmida a los más pequeños.
Frío para renacer
Aunque en esta época del año las temperaturas en el hemisferio norte suelen ser muy bajas, con varios grados bajo 0, esto no se interpone con las tradiciones y rituales en Rusia.
Muchos rusos le dan la bienvenida al año metiéndose semidesnudas en un río o lago de agua helada. Supuestamente el baño helado atrae la buena salud y es una buena forma de renacimiento frente al año nuevo.
Pan y amor
La celebración de año nuevo en Irlanda tiene mucho que ver con el amor. Tanto que las decoraciones de casas y edificios en general son muérdagos.
Incluso las personas solteras suelen poner una ramita de muérdago bajo su almohada en la nochebuena para encontrar al amor de su vida el siguiente año.
Para completar los rituales, los irlandeses tienen la tradición de ir golpeando puertas por el barrio con un trozo de pan, para atraer la buena suerte y brindar protección ante la falta de alimentos en el hogar.
Año Nuevo made in Argentina
Es casi un lugar común decirlo: nuestro país es un crisol de razas. Y por eso muchas de las maneras de celebrar vinieron con los inmigrantes.
Comemos lentejas como los italianos, uvas con las campanadas como los españoles, por dar solo unos ejemplos.
Hay quienes aseguran que las damas deben recibir una bombacha rosa en Navidad y estrenarla en Año Nuevo para atraer la prosperidad y buena suerte.
Vestirse de blanco es una costumbre que se fue extendiendo con la esperanza de atraer luz.
Dicen algunos habitantes del país que para sacar las malas energías del año que termina y empezar en positivo, hay que barrer hacia afuera, sacando la basura de la casa hacia la calle.
Otros tienen como costumbre prender una vela durante la cena del 31 y dejarla encendida hasta después de las 00:00 para tener buena suerte.
En La Plata y otras ciudades argentinas, todos los años se lleva a cabo la quema de muñecos gigantes. Cada muñeco representa el año que se va y a las 00:00 se queman para deshacerse de los problemas y empezar de “cero”.
Allí están los rituales del mundo para elegir el que más nos guste, todo sea para tener un muy feliz nuevo año.
