Carhué: la historia de las aguas y un futuro prometedor

Maria Alejandra Fontana, CC BY-SA 3.0, via Wikimedia Commons

Las obras de Salamone, las aguas termales, las ruinas de la Villa Epecuén y la amabilidad de la gente esperan en Carhué, una ciudad tranquila y emocionante a la vez.


Lugar verde, eso significa Carhué en mapudungun. Hoy Carhué es la ciudad cabecera del Partido de Adolfo Alsina. Se ubica en la orilla sureste del Lago Epecuén, a 7 km de Villa Epecuén la localidad balnearia famosa por la inundación de 1985.

 Un poco de historia
Foto: Municipio de Adolfo Alsina (Turismo)

Como muchas otras ciudades del interior de la provincia, Carhué nació de uno de los 112 fortines levantados en la frontera con el indio por Alsina. La ciudad se ubica en la zona que se denominaba “última frontera bonaerense”.

Hacia la última mitad del siglo XIX, el territorio era muy importante para el grupo del cacique Calfucurá, se lo consideraba la “llave” que conectaba con las Salinas Grandes y con Choele Choel lugares clave para el poderío político y económico de ese grupo.

En su lecho de muerte Calfucurá le pidió a su hijo “¡no entregar jamás Carhué a los Huincas!”.

Carhué también era importante en las campañas militares de avanzada. El jefe de la División Sud del Ejército, Nicolás Levalle, se asentó allí en abril de 1876 y fundó la ciudad en 1877, bajo el nombre de Adolfo Alsina, en honor al ministro de guerra y marina durante la presidencia de Nicolás Avellaneda.

En 1879, Carhué fue el punto de partida de la “Conquista del Desierto” llevada a cabo por Roca.

El 28 de Julio de 1886, se promulgó una ley por la cual se crearon 14 partidos en la provincia de Buenos Aires, entre ellos Adolfo Alsina. Y el 26 de agosto de 1949, se restituyó el nombre de Carhué al Pueblo de Adolfo Alsina y se lo declaró ciudad.

 

Carhué hoy
Municipalidad de Adolfo Alsina, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons

Hoy en la ciudad viven unas 10.000 personas que disfrutan la tranquilidad del lugar, tal como lo relata el Dr. Jorge Manuel Martelli, presidente de la Asociación Médica de Adolfo Alsina: “Vivir en Carhué es vivir en un lugar muy tranquilo, seguro y apacible. Nos conocemos todos, como pasa en la mayoría de las ciudades medianas del interior de la provincia de Buenos Aires. Los fines de semana o los fines de semana largos, cambia un poco la situación debido al flujo de turistas que se acercan a Villa Epecuén”.

La base económica de la ciudad es predominantemente agrícola ganadera. Hasta 1985, el turismo sanitario era tan importante que se lo llamaba la tercera cosecha. Hoy el turismo comienza a reverdecer. Tal como lo cuenta el Dr. Martelli: “Antes de la inundación, desde el punto de vista económico, Epecuén significaba una cosecha y media de trigo para Adolfo Alsina, eso se perdió. Entonces se transformó en un distrito que vive del empleo público y de lo que produce el campo. Nos falta esa actividad que teníamos antes y que le daba trabajo a todo el mundo. De a poco está volviendo, lentamente la gente va apostando al turismo, se van haciendo nuevos emprendimientos y estamos volviendo a tener ese motor”.

Trousers, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons
La salud del distrito

“Carhué tiene un sistema de salud administrado por las autoridades municipales, -nos explica el Dr. Martelli- el efector que tenemos es el efector público a través de los hospitales y las distintas unidades sanitarias. Tenemos el Hospital de Carhué, que cuenta con internación clínica y quirúrgica, las especialidades básicas como clínica, pediatría, ginecología y obstetricia, cirugía, anestesiología permanente, ortopedia y traumatología, oftalmología, urología, otorrinolaringología y, además, un servicio de terapia intensiva. Después tenemos el Hospital de Rivera que ofrece internación clínica y quirúrgica, y luego una Unidad Sanitaria con internación en Villa Maza y una Unidad Sanitaria en la localidad de San Miguel Arcángel y de Gascón. También tenemos policonsultorios e institutos donde se atiende la medicina privada”.

La pandemia impulsó a muchos a buscar ciudades más pequeñas y tranquilas donde vivir de una manera más relajada. Le preguntamos al Dr. Martelli qué consejo le daría a un médico que quisiera establecerse en el distrito para encontrar esta tranquilidad: “Lo primero es que tenga una buena formación académica, ya sea a través de la residencia o de los distintos cursos en los que se otorga el título de las diferentes especialidades. Y lo segundo, que venga con muchas, pero muchas ganas de trabajar. Si viene formado y tiene ganas de trabajar, va a tener un gran éxito”.

 Inundados de turistas

Era una tarde de primavera. El 10 de noviembre de 1985, el pueblo de Epecuén ya se preparaba para recibir a los turistas que cada temporada de verano se acercaban a la laguna. Llovía torrencialmente. Las obras de regulación de los canales no estaban terminadas.

La Villa quedó completamente hundida dentro del Lago Epecuén. Sus aguas diez veces más saladas que las del Océano Atlántico taparon las calles, las casas y el edificio de “El Matadero”, realizado por el arquitecto Francisco Salamone.

Los 1.500 habitantes debieron abandonar la ciudad. La mayoría se establecieron en Carhué.  Unos 10 años después, las ruinas de Epecuén resurgieron. Desde entonces se usaron como escenario natural apocalíptico para todo tipo de videos y documentales, y en un gran atractivo turístico.

Así, el pueblo tiene una nueva vida turística.

Carhué

“Hoy lo que queda de Epecuén son las ruinas de un pasado esplendoroso, así lo definiría yo, afirma el Dr. Martelli. O sea, se ve lo que provocó el agua, que para nosotros ha sido una tragedia, pero también es un motivo para que nos venga a visitar gente de la zona, del país y hasta del mundo. En YouTube hay filmaciones que realizadas por gente de todo el mundo, me acuerdo de una de la Deutsche Welle, que hizo un documental sobre el lago de Epecuén, sobre la historia del lago, sobre su apogeo y su caída con la inundación.

A lo largo de todo el año, contamos con un flujo importante de fotógrafos amateur y profesionales. Vienen a hacer fotos en la Villa que tiene unas puestas de sol maravillosas, agrega Martelli. Y en invierno vienen a fotografiar un paisaje realmente bellísimo que se produce por la floración de la sal a la vera de la laguna. Con el oleaje va saliendo agua y, en el borde, con el frío se generan cristales de sulfato o de fosfato, dependiendo de la temperatura y la época del año. Es como si hubiera nieve al costado de la laguna, es un espectáculo sumamente pintoresco y muy inusual para el que no está acostumbrado”.

 Mucho más que una laguna
Cazadoroculto, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons

Epecuén es un gran atractivo en la zona, pero no es el único. El Dr. Martelli nos recomienda los imperdibles de la zona.

“Lo primero que hay para visitar aquí en Carhué es la obra de Salamone, el arquitecto que desarrolló importantes obras el Art Déco en la provincia. Aquí tenemos edificios emblemáticos como la Municipalidad y el Matadero, son obras icónicas, hermosas, caracterizadas por el acero y por el cemento.

También está la localidad de Rivera, fundada por una gran migración judía, tiene la única sinagoga y el único cementerio judío de la zona.

En las distintas lagunas, se puede realizar avistaje de aves. Y también se pueden visitar establecimientos de turismo rural, por ejemplo, uno que se dedica a la cría de ciervos y ofrece visitas guiadas. Además, hay lagunas muy famosas por la actividad de la pesca.

Carhué

Los baños termales siguen siendo una gran atracción todo el año. Se pueden tomar en los distintos hoteles que tienen termas. Y contamos con un importante complejo termal, se trata de un spa termal con piletas climatizadas y otras al aire libre, donde, además, se realiza fango y maso terapia”.

Aprovechar las fiestas típicas de las ciudades siempre puede dar una oportunidad para conocer y disfrutar. “La fiesta más relevante es la fiesta nacional del turismo termal que se hace aquí, en Carhué en febrero, nos informa el Dr. Martelli. Y después está la fiesta de las colectividades de los alemanes del Volga”.

A la hora de comer el Dr. Martelli recomienda: “En especialidades gastronómicas, creo que lo que caracteriza a nuestro distrito son los chacinados, los jamones, las bondiolas y los chorizos secos. Hay varios establecimientos que se dedican a este tipo de producción y son muy reconocidos en toda la zona”.

Los imperdibles

Otras atracciones para no dejar de visitar son:

El eucalipto fundacional, un eucalipto rojo de 35 m de altura, 7 m de circunferencia y 2,5 m de diámetro que, probablemente, fue plantado en 1877 y es uno de los especímenes más grandes del país.

Los caldenes de Carhué: tres caldenes centenarios una especie autóctona única en el mundo.

El paseo del Cristo, el cementerio Militar descubierto en 1981.

La Sociedad Italiana de Socorros Mutuos fundada en 1884.

El edificio de la sociedad española de beneficencia y

La Escuela Nº 1 Gral. José de San Martín con su fachada neoclásica de 1887.

La escuela Nº 3 de estilo colonial.

El Cristo del Lago camino a Epecuén.

Carhué es una opción excelente para quienes quieran visitarla y disfrutar tanto del pasado como del presente, y también para quienes busquen un cambio de vida en una ciudad que tiene mucho para ofrecer.