Verduras, carnes, pescados, pastas y legumbres: todo lo que puede ponerse en una olla puede transformarse en una sopa.
Mafalda no la quería. Sin embargo, la sopa es uno de los platos más extendidos alrededor del mundo y prácticamente todos los países tienen la suya.
Según cuenta un informe de Knorr, lo primero fue el caldo que apareció en el Paleolítico cuando los habitantes de ese antiguo mundo comenzaron a sumergir vegetales y trozos de carne en agua caliente. No tenían ollas, claro. Por eso, nuestros antepasados colocaban agua y alimentos en huecos naturales en las rocas, y luego incorporaban piedras previamente calentadas en el fuego para lograr la cocción.
En un principio, este nuevo plato comenzó a prepararse por la necesidad de ablandar alimentos demasiado duros para ser masticados crudos. Pero pronto descubrieron que había un doble beneficio: el agua que le agregaban tomaba sabor y comenzaron a tomarla. Así descubrieron dos platos en lugar de uno.
Las sopas encontraron su camino para llegar hasta nuestros días. Cada cultura las fue elaborando con los ingredientes que tenía a mano y pronto se convirtieron en un plato fuertemente arraigado a cada comunidad y pasaron a formar parte de la identidad de cada una de ellas.
Algunas son parte de la historia: los espartanos se llevan los laureles en el anecdotario de este plato con el llamado “caldo negro”, elaborado con sangre de animal mezclada con vinagre, sal y hierbas aromáticas, que se tomaba antes y después de las batallas.
Los pastores romanos tenían su sopa de cebada y garbanzos, a la que agregaban productos de estación. Y Nerón tiene su propia historia. Aficionado al canto, consumía un caldo con puerros que, según afirmaba, protegía sus cuerdas vocales.
La cocina de Occidente comienza a elaborar sus sopas más famosas a partir del siglo XVI. Francisco I de Francia elegía potajes a base de carnes de caza, con piezas enteras, hervidas y muy sazonadas. El legado de Enrique IV es una sopa de gallina con ternera, cerdo, cebolla, ajo y perejil; mientras que su primera esposa, Margarita de Valois, dio fama a “le potage à la reine”: una sopa elaborada con caldo de gallina, carne deshilada, crestas de pollos, pistachos y granada.
Hoy podemos recorrer el mundo en base a sus sopas.
Cómo se dice calor de hogar en muchos idiomas
Las sopas no solo se han convertido en símbolo de cada comunidad, son también una metáfora del hogar y la familia.
En chino: Sopa de Wonton o Wantan
En cantonés wonton significa «nubes rebosantes». Los Wonton se comen como aperitivo o en la sopa que lleva su nombre. Es una masa muy fina con rellenos: de carne de vaca o cerdo, pescado y verduras. El caldo puede ser de carne o pollo y llevar ajo, cebolla y jengibre, entre otros ingredientes.
En marroquí: Harira
Es uno de los platos más famosos de marruecos. Está hecha a base de garbanzos, lentejas y carne. Lleva también verduras y hortalizas. Los ingredientes y cantidades varían según el cocinero: algunos la sirven con arroz aparte, otros con un poco de limón o con dátiles. Este plato nunca falta durante el Ramadán, y por eso también se la llama Sopa del Ramadán.
En italiano: Minestrone
Minestra es la palabra italiana para sopa; minestron o minestrone surge de agregarle el sufijo aumentativo, algo así como gran sopa. Los ingredientes comunes incluyen porotos, cebolla, apio, zanahorias, caldo y tomates. No es una receta cerrada, pues se improvisa con lo que produce su huerta cada temporada. A veces se le agrega pasta seca o arroz. También puede incluir carnes. «Minestrone», de hecho, se ha convertido en un sinónimo de «mezcolanza». Originalmente era un plato muy humilde de consumo diario como plato principal del almuerzo o la cena. El descubrimiento de América sumó nuevos ingredientes, como los tomates y las papas.
Soupe à l’oignon: la sopa de cebolla francesa
Algunos dicen que la creó Luis XV cuando llegó a su casa de campo después de una cacería y solo encontró cebolla, manteca y champagne. Otros aseguran que su origen es muy anterior y que se trataba de un plato humilde. Su aroma es dulce y envolvente, su textura es espesa y su sabor delicioso. Se prepara con caldo de carne, cebolla, manteca, pan crocante y abundante queso que se derrite con el propio calor de la sopa.
Otra francesa: Bouillabaisse
Una sopa de pescado marsellesa. En sus comienzos era un plato pobre. La hacían los pescadores con rape, congrio, salmonetes y otras piezas que, eran rechazadas por su aspecto poco apetecible. Bouillabaisse viene de bouillir, que significa cocer o hervir, y baisse, que alude a los desechos o descartes de pescado. Lleva además algunas verduras.
Sopa castellana
También llamada sopa de ajo, es una de las más populares de España. Tiene pan, ajo, agua, sal y pimentón y es una excelente manera de aprovechar las sobras de pan. Nació como un plato vinculado a los sectores más humildes. Algunos traicionan ese origen y le agregan otros ingredientes como huevo, chorizo y jamón.
Hernekeitto, la sopa de guisantes finlandesa
Esta sopa de guisantes verdes anti frío tiene cebolla, tomillo y mejorana (una hierba parecida al orégano). Se sirve siempre con carne de cerdo y mostaza y tiene un acompañamiento muy particular: panqueques con mermelada. Los sabores dulces, ácidos y salados se combinan en esta tradicional sopa que se servía como almuerzo los jueves santos.
Sopa de tortilla mexicana
A diferencia de la también mexicana sopa azteca, que se hace con un caldo de frijol negro, esta se prepara con tomates picados, ajo y cebolla. Se acompaña con chile pasilla, chicharrón, palta, crema o queso fresco, y por supuesto con tortillas de maíz.
Pozole, otro éxito mexicano
En náhuatl significa «hervido» o «espumoso». Es una sopa prehispánica con muchas variaciones: hay rojo y verde, carne de cerdo o caldo de pollo, pero tiene una constante: el maíz dulce, que es el maíz nixtamalizado (cocción del maíz con agua y cal). La sopa se sirve con guarniciones como rábanos, repollo, salsa, lima y chips de tortilla.
Ajiaco colombiano
Es un plato popular típicamente hecho con pollo y tres variedades de papas. El uso de diferentes tipos de papas le da una textura muy cremosa. La clave de este plato está en la guasca, una hierba similar a una hoja de laurel que le da al plato su sabor distintivo.
El Puchero ¿es una sopa?
Su método de cocción es sin duda similar al de todas las sopas del mundo, pero no lo es estrictamente. Sin embargo, es muy común utilizar el caldo resultante como base para otras sopas con fideos o verduras entre otros ingredientes.
Aguadito de pollo
Esta sopa de pollo tradicional peruana es ideal para mejorar una gripe y también una noche de alcohol; por eso se la conoce como «levanta muertos». Es un caldo claro espesado con arroz, trozos de pollo, papas amarillas, ají amarillo, cebollas, guisantes, maíz, verduras y cilantro, que le da su distintivo sabor y color verde.
Ramen de Japón
Fideos y una sopa que puede ser de miso, de salsa de soja o de huesos de cerdo, entre otras opciones. La gran diferencia está en el gu, el acompañamiento. Tiene innumerables variedades regionales. Se sirve con fideos de huevo que pueden ser gruesos y ondulados o delgados y rectos y con coberturas que incluyen carne de cerdo, huevo cocido, brotes de bambú, wakame, brotes soja, alga nori y muchas más.
Preparemos la cuchara y a disfrutar de estas recetas de sopa que nos cuentan la historia de cada lugar.