El ingeniero arquitecto Francisco Salamone dejó sus increíbles y numerosas obras en la provincia de Buenos Aires. Estilo e historia de un personaje misterioso.
Fotos: Creative Commons / Carolina Cazes
Francisco Salamone nació en Italia, pero llegó a estas tierras con solo 6 años. Acá hizo su camino y también dejó sus huellas.
Estudió en el Colegio Otto Krause de Buenos Aires y decidió seguir los pasos de su padre en la construcción. Comenzó sus estudios en la Universidad de La Plata y los concluyó en Córdoba donde, en 1917, obtuvo el título de arquitecto e ingeniero.
Nace un estilo
Las primeras construcciones del arquitecto que vislumbraron su estilo nacieron en Córdoba con los edificios y espacios públicos de Las Varillas y Villa María.
Pero las obras más monumentales están en la provincia de Buenos Aires.
En solo cuatro años, entre 1936 y 1940, durante el gobierno del político conservador Manuel Fresco, el arquitecto e ingeniero ítalo-argentino construyó más de sesenta edificios en veinticinco municipios del interior de la Provincia de Buenos Aires.
El mito cuenta que el arquitecto Salamone pudo realizar estas obras gracias a su amistad con el gobernador Fresco, sin embargo, hay quienes lo desmienten.
«Con Fresco no eran amigos. De hecho, había varios otros arquitectos trabajando en la Provincia, y sin duda el preferido era Alejandro Bustillo. La diferencia es que Salamone buscó la contratación de los municipios. Por eso, se puede hacer un recorrido siguiendo las rutas del oeste y el sur. Había una política de obra pública que buscó urbanizar los cascos del Interior, y entonces se dedicó a edificios municipales, plazas, cementerios y mataderos. La modernidad avanzaba en el mundo con el Art Decó, y Salamone llevó esa vanguardia constructiva a los pueblos bonaerenses», le dijo Ana Ramos, presidenta del Centro Cultural Francisco Salamone, a La Prensa.
«No sé cómo convencía a los intendentes, porque sus obras son de marcianos… En el portal del cementerio de Laprida hay un Cristo de 11 metros, con 32,5 metros de torre. Es la cruz más alta de América después del Cristo del Corcovado. Lo mismo se puede decir de la rueda de Saldungaray. Lo más llamativo es encontrar estructuras monumentales en pueblos muy chicos. Hubo creatividad, calidad y osadía», explicó Ramos.
Una obra monumental
Lo cierto y seguro es que Salamone construyó: 29 palacios municipales, 20 mataderos, 7 cementerios, plazas, ramblas, hospitales, escuelas y mercados.
Además, no sólo diseñó y realizó los edificios, también se encargó de idear el mobiliario, y de elegir cada elemento como las baldosas y artefactos de iluminación, y hasta las plantas y árboles de sus parquizaciones.
Las obras de Francisco Salamone son impactantes, sus diseños osados y originales. Modernidad y tradición se encuentran en cada construcción.
Su arquitectura no puede encasillarse en un solo estilo. Es, más bien, una mezcla de varios.
Funcionalismo, racionalismo, art déco, expresionismo y neocolonialismo, entre otros, se combinan para formar el estilo Salamone. Único y reconocible a un golpe de vista.
Visitar, recorrer, disfrutar
Entre las numerosas obras de Francisco Salamone, son muchas las que destacan y vale la pena conocer.
Son, además, un excelente incentivo para recorrer la provincia.
Puede pensarse en cuatro rutas para agrupar las obras.
La ruta sur recorre Tornquist, Saldungaray, Coronel Pringles, Laprida y San Jorge.
Hacia el oeste, las huellas de Francisco Salamone nos invitan a llegar a Pellegrini, Tres Lomas, Salliqueló, Guaminí, Villa Epecuén y Carhué.
En las rutas del norte, las paradas incluyen Juan Bautista Alberdi, Vedia, El Dorado, Leandro N. Alem y Alberti.
Y en el centro de la provincia recorremos Adolfo González Chaves, Chillar, Azul, Miranda, Rauch y Cuartel VII.
Estrellas en una constelación
Algunas de las obras más destacadas son:
El palacio municipal de Pellegrini
En Pellegrini, cerca de la provincia de La Pampa, nos encontramos con este monumental palacio municipal. Es uno de los mejores conservados.
El exterior de este edificio muestra la misma modernidad que tenía a fines de los años 30, gracias a una importante obra de restauración.
Así se describía el edificio en el libro de las obras del arquitecto:
“La fachada de este edificio está construida en similipiedra, y del mismo material los revoques y cielorraso del vestíbulo. El gran hall, caja de escaleras, los cielorrasos y paredes del gran salón de actos, confitería y sala de deliberaciones del H. Concejo Deliberante, están imbuidos en yeso.
El esqueleto de todo el edificio, incluso vigas, columnas, losas, etc., está ejecutado en hormigón armado.
La torre tiene un reloj de hierro a caracol que proporcionará la hora exacta al vecindario.
En la azotea se instalarán tres reflectores para la iluminación de la torre y otros tres sobre la plaza con frente a la fachada principal y dos laterales para la iluminación de éstas”.
La municipalidad se ubica sobre dos plazas contiguas desde las que parten cuatro avenidas hacia los cuatro puntos cardinales. Sobre el ingreso, una fuente rectangular le da personalidad al edificio.
Futurismo, modernidad, y hasta un toque surrealista se combinan en este majestuoso edificio. Su grandiosa torre tiene treinta y cuatro metros y termina con un reloj en ambas caras. En la Plaza San Martín, también diseñada por Salamone, podemos ver las luminarias, pérgolas, bancos y un diseño geométrico en sus veredas bicolores.
Pellegrini bien merece una escapada en Buenos Aires.
El portal del cementerio de Saldungaray
En el partido de Tornquist, encontramos el portal del cementerio de Saldungaray, junto a Sierra de la Ventana. Es vistoso y único. Una gigantesca cruz, dentro de un círculo monumental de hormigón, da la impresión de aplastar la puerta. Entre múltiples perspectivas, un Cristo sufriente con reminiscencias de gaucho suma dramatismo.
En el mismo pueblo, la Municipalidad también es obra de Salamone y la plaza conserva muchos elementos de su diseño.
El matadero de Carhué
Salamone viajó Carhué, al borde de la laguna de agua salada donde años más tarde, Villa Epecuén nació, tuvo su apogeo y quedó bajo el agua.
La bajada de las aguas de la laguna dejó las ruinas al descubierto y se convirtieron en una atracción turística
El recorrido salamónico de Carhué incluye un matadero, un crucifijo y el palacio municipal.
El matadero es la estrella. Estuvo bajo el agua durante años y, como fue construido en pleno campo y ahora está rodeado por un bosque fantasmal.
El cementerio de Azul
Muchos especialistas consideran que el cementerio, es una de las obras donde Francisco Salamone mejor expresó su estilo.
En la entrada nos recibe la imagen cubista del arcángel Gabriel con una espada y rodeado por las gigantescas letras que desean el buen descanso de los muertos: RIP. Fue inaugurado en 1938, con sus impactantes 21 metros de altura y 43 de frente.
En Azul también se pueden visitar la Plaza San Martín, el matadero municipal y la portada del Parque Municipal Domingo F. Sarmiento.
La lista completa
La lista de obras se extiende por toda la provincia.
Palacios municipales:
- Municipalidad de Tornquist
- Municipalidad de Rauch
- Municipalidad de Pellegrini
- Municipalidad de Leandro N. Alem
- Municipalidad de Laprida
- Municipalidad de Guaminí
- Municipalidad de Coronel Pringles
- Municipalidad de Chascomús
- Municipalidad de Alberti
- Municipalidad de Adolfo Gonzales Chaves
- Municipalidad de Adolfo Alsina
- Delegación municipal de Tres Picos
- Delegación municipal de Tres Lomas
- Delegación municipal de San Jorge
- Delegación municipal de San Agustín
- Delegación municipal de Saldungaray
- Delegación municipal de Miranda
- Delegación municipal de Los Pinos
- Delegación municipal de Garré
- Delegación municipal de Escobar
- Delegación municipal de El Dorado
- Delegación municipal de Cuartel VII
- Delegación municipal de Coronel Mom
- Delegación municipal de Chillar
- Delegación municipal de Casbas
- Delegación municipal de Cacharí
- Delegación municipal de Bonifacio
- Delegación municipal de Alem
- Delegación municipal de Alberdi
Mataderos:
- Matadero de Villa María
- Matadero de Villa Epecuén
- Matadero de Vedia
- Matadero de Tres Lomas
- Matadero de Tornquist
- Matadero de Salliqueló
- Matadero de Saldungaray
- Matadero de Pellegrini
- Matadero de Laprida
- Matadero de Guaminí
- Matadero de Coronel Pringles
- Matadero de Chillar
- Matadero de Cacharí
- Matadero de Balcarce
- Matadero de Azul
- Matadero de Alta Gracia
- Matadero de Alem
- Matadero de Alberdi
- Matadero de Adolfo Gonzales Chaves
Cementerios
- Cementerio de Salliqueló
- Cementerio de Saldungaray
- Cementerio de Pilar
- Cementerio de Laprida
- Cementerio de Balcarce
- Cementerio de Azul
- Bóveda del cementerio de Alberti
Otras obras
- Mercado Municipal de Adolfo Gonzales Chaves
- Mercado Municipal de Saldungaray
- Hospital Municipal «Eustoquio Díaz Vélez», Rauch
- Hospital Municipal «Dr. Manuel B. Cabrera», Coronel Pringles
- Escuela Normal Rural, Balcarce
- Corralón Municipal, Laprida
- Corralón, Alberti
- Corralón, Balcarce
- Club Atlético Pellegrini
- Cruz del cementerio, Arroyo Corto
- Cruz del cementerio, Tornquist
Plazas y parques
- Cruz del Cementerio, Carhué
- Cruz en la estancia Las Calaveras, Arano
- Portal del Parque Municipal «General San Martín», Alberti
- Plaza General José Arias, Alberti
- Cruz de ingreso a la ciudad de Azul, Azul
- Plaza San Martín, Azul
- Portal del Parque Municipal «Domingo Faustino Sarmiento», Azul
- Plaza Libertad, Balcarce
- Parque Municipal «Libres del Sur», Chascomús
- Plaza Juan Pascual Pringles, Pringles
- Bulevar 25 de Mayo, Pringles
- Cruz del cementerio, Pringles
- Plaza Alsina, Guaminí
- Cruz de ingreso a la ciudad, Laprida
- Plaza Pedro Pereyra, Vedia
- Plaza Rivadavia, Pellegrini
- Plaza General José de San Martín, Pellegrini
- Plaza San Martín, Pilar
- Plazoleta de la Municipalidad de Rauch
- Bulevar 9 de Julio, Saliqueló
- Plaza Ernesto Tornquist, Tornquist
- Plaza Independencia, Saldungaray
- Plaza Leandro N. Alem, Tres Lomas
