La ciudad de los 15 minutos: cuando estar cerca parece ser la mejor solución

La ciudad de los 15 minutos es un concepto innovador que viene de Paris con una fuerte impronta ambientalista pero que también apunta a mejorar la calidad de vida de los habitantes de las ciudades. ¿Podremos tener ciudades más amigables en el futuro?


 

Al principio de los tiempos, los humanos nos movíamos en las cercanías. Obteníamos lo que necesitábamos de los alrededores. Poco a poco nos fuimos alejando del lugar donde dormíamos. Después llegaron los animales domésticos y más tarde la rueda que fueron permitiendo aumentar la movilidad. Salimos a explorar, quisimos conocer el mundo y conquistarlo.

La tecnología fue desarrollándose, la movilidad creció, las ciudades también. Llegaron los combustibles y la contaminación. Según datos de las Naciones Unidas, a nivel global, el transporte representa el 14 % de las emisiones totales de gases de efecto invernadero que generan el cambio climático, esto incluye al sector aeronáutico que es un gran emisor, pero en las ciudades concretamente, el transporte terrestre como autos, camiones, trenes, colectivos, etc. es el que más contamina. Para hacer frente a esta situación nació la idea de la ciudad de los 15 minutos creada por Carlos Moreno, el urbanista franco colombiano director Científico de la cátedra de Territorio e Innovación de la Universidad Sorbona. Moreno es uno de los expertos en ciudades inteligentes que guía a la alcaldesa de la capital francesa, Anne Hidalgo, en decisiones que conciernen al rediseño.

El proyecto está inspirado en las teorías de Jane Jacobs, la divulgadora y activista estadounidense que desarrolló el concepto de “ciudad viva” en 1961, y que obtuvo un inesperado protagonismo este año durante la pandemia. No hace falta ser un genio en planificación urbana para comprender que todo lo que la teoría postulaba era exacto lo que los ciudadanos necesitaron durante el confinamiento. La propuesta de Jacobs pone en el centro al ciudadano: “La sorprendente complejidad y energía de las ciudades nunca puede ser creada por la lógica abstracta de un par de hombres. El centro urbano tiene la capacidad de tener algo para todo el mundo porque ha sido creado por todo el mundo. Planificadores y arquitectos tienen una contribución vital que hacer, pero la del ciudadano es más vital todavía”, aseguraba.

 

Tiempo, distancia y cuidado
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“El concepto de la ciudad de los 15 minutos es el resultado de un trabajo de investigación con mis equipos en la Sorbona, está basado en el hecho de que para luchar por el cambio climático era necesario atacar de raíz el problema y el principal contribuyente son las ciudades y las movilidades dentro de las ciudades. Pensamos que en ese caso es mejor reducir las movilidades vivir más en la proximidad, en los barrios localmente”, cuenta Carlos Moreno en una entrevista con France 24.

La idea central es que los habitantes de una ciudad puedan vivir, trabajar, estudiar, hacer tramites, entretenerse y realizar todas sus actividades cotidianas sin necesidad de trasladarse en un radio de más de 15 minutos a pie o en bicicleta.

La idea es revolucionaria y va a contrapelo de la planificación urbana de los últimos 100 años, la cual separa la vida en zonas de acuerdo a las actividades que se desarrollan en cada lugar. En las ciudades actuales las zonas están bien delimitadas: en una se vive, en otra se trabaja, en otra se desarrolla el comercio y en otras el ocio.

Ese diseño de ciudad obliga a sus habitantes a trasladarse y utilizar una buena parte de su día viajando.

“En el fondo la idea de la ciudad de los 15 minutos es una reflexión sobre el tiempo. Propone un cambio de paradigma sobre cómo usamos nuestro tiempo, que finalmente es lo más valioso que tenemos, y sobre cómo eso mejora nuestra calidad de vida.

Además, la idea de regresar a una ciudad con una escala más humana tiene un efecto muy positivo en el medio ambiente, de hecho, puede ser una de las soluciones para combatir la crisis ambiental” cuenta Manuel Torino en el Podcast de sustentabilidad de La Nación “20 ideas para salvar al Planeta”.

 

Movilidad, cercanía y libertad
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El cambio de paradigma en la ciudad tiene un impacto directo en la vida cotidiana. Pensar en las ciudades del futuro es, de alguna manera, pensar en nuestra vida futura. Se trata de redibujar para cambiar las posibilidades.

“Después de la Segunda Guerra Mundial, el urbanismo se concentró en una ciudad funcional y productiva y abandonó la noción de bienestar”, explicó Moreno en una charla que brindó para el Colegio de Ingenieros Civiles en México. “La vida urbana debe permitir que cada persona acceda a seis cosas fundamentales: alojarse dignamente, trabajar dignamente, aprovisionarse correctamente, tener acceso a la salud, aprender y divertirse”, detalló.

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La idea es que las ciudades puedan diseñarse por y para sus habitantes. Donde la accesibilidad sea la clave: poder vivir sin transporte público y encontrar todo lo que necesitamos en microciudades autosuficientes. De alguna manera, la idea es separar para estar más cerca. Pasar de un diseño concéntrico a uno rizomático.

Se quiere romper el círculo vicioso de la gran metrópolis en la que se producen desplazamientos obligados de millones de personas desde muy temprano hasta final de la tarde.

“Hoy en día lo que necesitamos, más que imaginar cómo será el futuro de la movilidad, es cuestionarnos todos los transportes inútiles que hacemos. El 70% de los transportes urbanos en las ciudades son transportes obligados, porque el productivismo y el sistema económico instalado hace que no haya otra posibilidad, aseguró el urbanista en el Podcast “20 ideas para salvar el planeta”. La reflexión sobre el transporte tiene que ser una reflexión más sobre la movilidad. Debemos pensar cómo movernos menos siendo más eficaces en el entorno urbano. Cuando salimos de la obligación de movernos, tenemos la libertad de movernos. Esa es la paradoja de esa visión de la proximidad. Cuando uno satisface sus necesidades esenciales desplazándose lo menos posible, le da el tiempo para desplazarse más lejos a donde quiera, porque no tiene obligación, entonces escoge. Lo más importante de los próximos 10 años en cuanto a movilidad será salir de la movilidad obligada hacia la movilidad escogida. Si llegamos a ese punto estaremos cambiando completamente el modelo urbano y es lo que necesitamos hoy en día”.

La realidad es que estamos viviendo en ciudades descompensadas urbanísticamente, donde hay barrios con mucha actividad mientras otros están apagados.  La crisis llama al desempleo, el desempleo llama a la pobreza. La idea es aprovechar algo de lo que la pandemia nos dejó en materia de negocio de cercanía. Se hablará de una nueva economía de proximidad. Lo más probable es que en un futuro no vivamos de la misma manera que ahora. Esta transformación no debe de verse como una inversión de dinero sino como una renovación de lo existente. Dar una nueva dirección a la localización de los usos, apostando por la sostenibilidad y a mejorar la calidad de vida de los habitantes

Paris de ciudad luz a faro
ciudad de los 15 minutos
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Anne Hidalgo es la primera mujer en ocupar el cargo de Jefa de gobierno en la historia de Paris. Su política ambiental es uno de los pilares de sus ideas. Lleva adelante una guerra sin cuartel al auto particular y promueve fuertemente el uso de la bicicleta, la erradicación total de las bolsas de plástico y busca implementar un cinturón de cooperativas agroecológicas en las afueras de la ciudad con la idea de abastecer de alimentos saludables al área metropolitana.

Su idea es generar lo que ella llama un big bang de la proximidad: cambiar completamente la manera en la que se gestiona la ciudad saliendo de un centralismo muy poderoso, a una descentralización lo más amplia posible para generar esa visión policéntrica que está en el corazón de la idea de la ciudad de los 15 minutos o del cuarto de hora.

“Hidalgo ha sido muy clara desde su primer periodo como alcaldesa: la fuerza de una ciudad reposa en su capacidad para desarrollar de manera simultánea una triple innovación indispensable frente a los desafíos de este siglo: ecológica, económica y social, cuenta Moreno en una entrevista con La Nación. Mi relación con ella es de alta calidad. Anne Hidalgo es una pionera de la transformación de las ciudades. Cuando le hice saber mis avances sobre estos temas de la cronotopía y el crono urbanismo, ella se interesó mucho, e hizo con mucha agilidad y creatividad un proceso de seguimiento y maduración para pensar cómo aplicarlo en una ciudad como París. Llegando al periodo de construcción de su programa electoral, Anne Hidalgo lo tomó como un elemento clave de estructuración del conjunto de sus proposiciones”.

Según Moreno, la viabilidad de la ciudad de los 15 minutos es una cuestión ante todo de voluntad política. En cuanto a la posibilidad de implementarla en ciudades de América Latina, el urbanista comienza por aclarar que el principal obstáculo para aplicar una política urbana en la región es justamente “su falta de coherencia política, la corrupción y la dificultad para pensar a largo o a mediano plazo”.

Sin embargo, piensa que no es imposible, sobre todo porque el concepto de barrio es muy fuerte y eso es algo a favor. Descentralizar las ciudades y alimentar la idea de los barrios, la cotidianeidad resuelta en 15 minutos representaría mejoras en la salud física y psicológica y en la economía de los ciudadanos.