Cómo fueron los primeros festejos de Argentina campeón en Lusail, la ciudad más nueva del mundo. El primer desfile, y el día de Nacional de Qatar multiplicaron la celebración.
Por Matías Marcilese, desde Doha
La pelota que pateó Gonzalo Montiel ya chocó contra la red. Y la tercera Copa del Mundo para la Selección Argentina es una realidad. Los jugadores se abrazan en varios grupos, los hinchas deliran luego del sube y baja de emociones, luego de las 3 veces que Francia empató lo que parecía llega a un final en los 90 minutos o por esas cosas del fútbol en los 120.
En ese mismo instante, hinchas y jugadores entraron en la historia, todos lo saben, pero no toman dimensión, creo yo.
El estadio Lusail estaba vestido con una apabullante mayoría de camisetas de Argentina, pero no tantos argentinos como se deslizaba en días anteriores. El pueblo árabe en su corazón se volcó al 10 celeste y blanco y lo hizo propio. Su sueño era el sueño de todo Medio Oriente.
También llamó la atención la cantidad de franceses que había, que por momentos empujaban a su equipo y tapaban con sus cánticos a los argentinos.
Lionel Messi, ante el momento deportivo de su vida, levantó la copa que creó Silvio Gazzaniga, y todo el planeta fútbol respiro tranquilo. El futbolero de ley deseaba este día y este Mundial de Messi convirtiendo en 8vos, 4tos, semi y final.
Argentina campeón, primera gira
Los hinchas empezaron a evacuar el estadio, pero todo el mundo gozaba del frenesí de haber ganado la final del mundo. Se trasladaron al Boulevard Lusail, que se encuentra a poco más de 1.000 metros del estadio. Cabe destacar que esta ciudad, creada a 20 km de Doha, está en plena expansión y todo, absolutamente todo es nuevo.
Ahí estaban planeados los festejos del campeón. Cortado al tránsito vehicular, solo circulamos peatones y en la calle central se organizó un desfile con tono qatarí, debido a que el 18 de diciembre también era el Día Nacional de Qatar. En él participaron diferentes instituciones, todo acompañado de hinchas argentinos, ondeando sus banderas y cantando la ya famosa canción “Muchachos…”. Canción que quedará en el recuerdo de muchos.
El momento de los festejos tan esperado llegó y en el mismo desfile qatarí, apareció un micro descapotable en el que venían jugadores, dirigentes y ella, la copa.
Casi la totalidad del público con celulares en mano captaba el momento histórico. El paseo de los campeones por las calles de Lusail. Con el lento andar del micro, jugadores e hinchas cantaron el famoso “Dale campeón” y mostraron sonrisas imposibles de borrar.
Al finalizar, el barrio que recibió a Argentina en 5 de sus 7 partidos despidió a los nuestros con fuegos artificiales desde todos los edificios del centro comercial del boulevard principal.
La fiesta siguió al ritmo argentino en Lusail, donde por cuestiones reglamentarias del país anfitrión no se vende alcohol en ningún comercio. Después de un buen rato, los hinchas campeones del mundo partieron en metro rumbo a algunos bares en hoteles 5 estrellas del centro de Doha. La entrada es libre, y allí está permitido beber a discreción.
El carnaval argentino siguió en la capital de Qatar. La alegría durará mucho tiempo. Tal vez, la eternidad.
